Rompiendo esquemas en el mundo nupcial, el trabajo de Adriana Lugo es uno de los más reconocidos en la escena de la región. La elegancia y sofisticación de sus vestidos son sus principales firmas.
En el mundo de la moda hay personas que tienen el don de crear belleza y elegancia con sus manos, de transformar telas y encajes en obras de arte, de plasmar la personalidad y el estilo de cada mujer en un vestido único, todo vertido bajo el sello de la innovación.
Una de esas personas es Adriana Lugo, joven de Tijuana, especialista en diseños de novia y alta costura, que cuenta con nueve años de experiencia y más de dos mil vestidos realizados. Actualmente, Adriana Lugo es una de las favoritas de cientos de novias, con su estudio “Adriana Lugo Bridal”, donde ofrece un servicio personalizado y exclusivo, basado en los acabados artesanales y materiales de la más alta calidad.
En lo personal y en lo empresarial, para Adriana cada vestido que crea es una oportunidad para formar parte de uno de los días más importantes en la vida de sus clientas.
Su objetivo es hacer que cada novia se sienta hermosa y especial en su vestido, y que ese sentimiento de amor y felicidad se refleje en cada detalle de la prenda.
LA CLAVE
Su estudio “Adriana Lugo Bridal”, convertido en uno de los destinos favorito de las mujeres que buscan algo más que los tradicionales vestidos para llegar al altar, ofrece la visión de Adriana, que se aleja de lo básico y busca novias atrevidas, que deseen destacar en su gran día, siendo ese concepto la clave para entender su éxito.
En un encuentro con CAMPESTRE, la diseñadora cuenta que tiene un amor incondicional por los diseños clásicos de las décadas de los 50 y 60, así como por el estilo distintivo de las novias españolas, italianas y francesas.
“Me encanta lo clásico, lo atemporal, pero siempre busco combinar lo antiguo con las tendencias más modernas”, señala Adriana con la pasión que la distingue en sus ojos.
LA CREATIVIDAD
“Me gusta crear vestidos que reflejen la esencia de cada novia, que las hagan sentir cómodas, seguras y hermosas”, menciona.
Para lograrlo, Adriana se involucra en todo el proceso creativo, desde pláticas con sus clientas para trabajar la idea, el diseño y la confección, pasando por la elección de tejidos, bordados, accesorios y detalles.
Nos cuenta que su inspiración proviene de diversas fuentes, pero siempre, partiendo de saber con exactitud o guiar a las novias en reconocer lo que buscan.
De entre sus experiencias más memorables, destaca haber recreado vestidos de la abuela o la madre de algunas novias y adaptarlos a un estilo más moderno. “Es muy emocionante ver cómo se conserva una tradición familiar y se le da un toque nuevo y personal”, comenta.
EL AMOR ES PRIMORDIAL
Además de su talento y pasión por la confección, Adriana tiene como motor profesional el concepto del amor.
“Me siento muy afortunada y agradecida de poder compartir ese momento tan especial con ellas. Me llena de alegría verlas felices y satisfechas con su vestido”, confiesa.
GRANDES EXPERIENCIAS
Entre las experiencias más memorables de su carrera, Adriana destaca la oportunidad de recrear vestidos que han pasado de generación en generación. “He tenido la suerte de trabajar en vestidos que pertenecieron a abuelas y madres, y recrearlos de una manera moderna y fresca”, confiesa Adriana con una sonrisa.
Nos refiere que esta labor va más allá de la moda, siendo una forma de honrar la historia y preservar los lazos familiares a través de la elegancia y la belleza.
Entonces, durante el encuentro con CAMPESTRE, la famosa frase de Giorgio Armani, “La elegancia no consiste en destacar sino en ser recordado”, resuena en el enfoque de Adriana Lugo.
Por ello, no titubea en señalar que sueña con ser recordada como una diseñadora que se atreve a romper los esquemas y realizar locuras para satisfacer a sus clientas.
Por ello -nos remarca- valora la colaboración vital de Anita Chávez y su madre, la señora Esthela Caballero, quienes han sido piezas angulares en su éxito. Juntas, han logrado crear un ambiente de trabajo en el que la creatividad y la pasión se fusionan para dar vida a los sueños de las novias.
ATREVERSE
En palabras de Adriana, “atreverse, ser diferente y convertirse en una novia única” es el lema que la impulsa a seguir creando diseños que deslumbren y trasciendan.
Su determinación y su espíritu resiliente son un recordatorio de que nunca debemos rendirnos y que, con pasión y perseverancia, podemos lograr nuestras metas más audaces.
“Mi consejo para las novias es que se atrevan a ser diferentes y a ser una novia única. Que no tengan miedo a expresar su personalidad y su gusto. Que confíen en mí y en mi trabajo. Que sepan que mandar a hacer un vestido es cambiar un panorama. Que no piensen que no será más accesible o más bonito que uno que se ve en una tienda de reproducción en serie. Que se den la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable”, dice.
Con la mirada puesta en el futuro, Adriana Lugo tiene grandes proyectos por delante. Su objetivo es lanzar su propia línea de vestidos de novia y establecer una tienda física.
Reconoce que el camino al éxito requiere valentía, persistencia, sueños, trabajo duro, creatividad y disciplina. Sueña con proyectarse en Europa y participar en los mejores eventos internacionales, llevando consigo su distintivo estilo y su amor por la moda nupcial.
“Nunca debemos darnos por vencidas. Debemos ser resilientes, perseverantes y amar lo que hacemos. Eso es lo que me ha llevado a donde estoy y lo que me impulsará a seguir creciendo”.
A quienes estén interesadas, pueden consultar sus trabajos en su Instagram @adrianalugobridal.
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