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Roberto Quijano: ser empresario tiene que ver con la voluntad de iniciar

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Con 35 años de experiencia como abogado empresarial, Roberto Quijano Sosa expresa a CAMPESTRE la historia de su vocación de servicio que lo ha llevado a ocupar la presidencia del CCSP.

Por: Andrés Barba

A pesar de sus continuas apariciones en los medios de comunicación como presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, Roberto Quijano se describe a sí mismo como un hombre feliz. Además, señala que su principal puesto en la vida es como padre de familia, y con el objetivo de cuidarla ha trabajado tanto desde instituciones privadas y organismos gubernamentales.

El abogado empresarial Roberto Quijano es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California y cuenta con estudios en Derecho Comercial por la Universidad de San Diego, California. Asimismo, se ha desempeñado como consejero del Instituto de Transparencia del Estado de Baja California, regidor independiente del Cabildo de Tijuana durante el XXII Ayuntamiento de y socio del despacho Cervantes-Quijano S. C. desde 1996.

Con una sonrisa jovial, el empresario conversa con CAMPESTRE sobre la necesidad de la comunidad empresarial de apoyar a su entorno, pero sobre todo de siempre mantener la voluntad de actuar.

CAMPESTRE- ¿Cómo nace su vocación de servicio a la comunidad?

Tuve la fortuna de estudiar en universidad pública en la UABC, yo venía de escuelas privadas y ahí te das cuenta de una realidad distinta. Además, creo que la vocación de participar viene de mi papá. Él participó en muchas organizaciones de carácter civil privadas. Sin embargo, nunca trabajó en un gobierno. Sobre todo, mi formación es en COPARMEX, el cual es el único sindicato de patrones que hay en México. Allí tenemos dos principios, el de solidaridad y el de subsidiaridad hacia nuestra comunidad.

 

CAMPESTRE.- ¿Cuál fue su primer empleo como abogado, antes de desempeñarse como socio en su despacho?

Empecé trabajando en una oficina de gobierno en la Profeco hace muchos años y de ahí me invitaron a un despacho corporativo. Luego formamos este despacho en donde el 99% de mis clientes son empresas, ya sean mexicanas o de inversión extranjera. Entonces tú tienes que contextualizar la responsabilidad como profesionista y como mexicano. Desafortunadamente, nuestro país no tiene la mejor de las reputaciones y, en algunas ocasiones, el empresario extranjero viene por los bajos costos en cuanto a energía, renta y salarios que ofrece.

CAMPESTRE.- ¿Cómo es la experiencia de mediar entre el patrón y los trabajadores en su experiencia como abogado empresarial? Es un juego de economía. En Coparmex hablamos de que tenemos la obligación de hacer una defensa de la empresa, no del empresario ni del empleado, sino de la empresa. La empresa es capital y trabajo, incluye tanto al empresario como al trabajador. Y recordar que lo único que genera riqueza, empleo, tecnología, avance y futuro son las empresas.

CAMPESTRE.- Sin embargo, en los últimos años el derecho ha avanzado mucho en materia laboral, ¿cuáles serían los principales triunfos en México?

Yo celebro mucho el tema de que el trabajador tenga más días de vacaciones. Celebro mucho que en los últimos seis años el salario mínimo en Baja California ha aumentado 350%. Celebro que Baja California ocupa el segundo lugar nacional en materia de trabajos formales, es decir, gente que está inscrita en el Seguro Social. Es sólo un 55%. Pero si tú lo contrastes con Estados como Oaxaca, Tlaxcala, Tabasco, Chiapas, donde la informalidad es del 85%. También celebro mucho y estoy a favor de la reducción de la jornada de trabajo. Por otro lado, la gran deuda que tiene el patrón con los trabajadores es el tema de la capacitación. Tú no puedes esperar o aspirar a que un trabajador rinda más, gane más, tenga mejor nivel de vida, si no desarrolla nuevas habilidades o técnicas de trabajo.

CAMPESTRE.- A pesar de su aspecto jovial, en muchas entrevistas aparece con rostro serio al hablar de temas de seguridad estatal en el CCSP, ¿considera que eso lo describe?

Yo me describiría como un padre de familia, nada más. Todo lo demás es accesorio. En una palabra, yo me nombraría como feliz. Espero que la gente me vea feliz, aunque parece que no. Tengo una familia unida. Yo me declaro ignorante en el tema de la seguridad pública. Lo que sí veo es que hay mucha más ignorancia y falta de responsabilidad por parte de las autoridades en el manejo del tema. Si hay una preocupación muy seria, es porque no se hacen cosas que deberían de hacerse, como controlar los horarios de alcohol, como que la gente circula con placas de vencidas, como que la gente esté armada. Entonces el tema es muy serio como para verme feliz.

CAMPESTRE.- Por último, ¿cuál sería su consejo para un emprendedor o para un joven empresario?

Ser empresario es emprender, simple y sencillamente. Ser empresario no tiene nada que ver con el tamaño de la empresa, tiene que ver con la voluntad de las personas de iniciar algo. (…) Primero les diría que estudien lo más que puedan sobre la inversión. Generalmente, muchos empresarios inician un negocio basado en un esquema de intuición. Segundo, que sean muy innovadores. Y creo que el emprendedor ahora tiene una oportunidad extraordinaria como nunca la había habido. En las redes sociales tú puedes encontrar información de cualquier negocio, cuánto se invierte, cómo empezar este. Yo creo que hay una gran oportunidad de iniciar negocios muy innovadores y no seguir necesariamente lo que se está haciendo. Eso hará que sobresalgas. El empresario tiene la responsabilidad de crear un servicio, un producto de calidad. Tiene la responsabilidad de generar utilidades, tiene la responsabilidad con su entorno natural y también tiene una responsabilidad con su comunidad.

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