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Fuentes Santillán y Asociados: estrategia, convicción y justicia en movimiento

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Más que un despacho, Fuentes Santillán y Asociados se ha convertido en un modelo de ética aplicada, atención personalizada y planeación estratégica. Desde Tijuana, su expansión hacia otras ciudades de México, y con cartera de clientes en Europa, demuestra que la excelencia jurídica también puede tener acento fronterizo.

“La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte”, sentenció Trasímaco, sofista provocador en La República de Platón, desafiando a toda civilización a demostrar lo contrario.

En ese contexto, donde el Derecho a menudo se diluye entre papeleo, burocracia y falsas promesas, ejercer la abogacía con integridad no es únicamente una profesión, sino una forma de resistencia.

Y es que, en el mundo jurídico, el prestigio no se improvisa. Por el contrario, se construye con tiempo, estudio, resultados y una convicción firme de que cada cliente representa mucho más que un expediente.

Particularmente en Baja California, una de las entidades más complejas del país en términos jurídicos y comerciales, pocas firmas legales han logrado consolidarse con la solidez, el profesionalismo y la visión internacional de Fuentes Santillán y Asociados.

Fundada en 2009 en la ciudad de Tijuana, la firma nació con una vocación clara: profesionalizar el litigio, dignificar la relación abogado-cliente y enfrentar cada caso con planeación estratégica. 

Hoy, más de una década después, su nombre es sinónimo de confianza en el noroeste del país y comienza a resonar en escenarios más allá de nuestras fronteras.

Para entender los cimientos de esa trayectoria, CAMPESTRE conversó con su fundador, el abogado Jorge Luis Fuentes Valdez, en su sede en Tijuana, siendo un encuentro que permitió conocer la historia del despacho, y profundizar en la filosofía de quien lo dirige.

Vocación legal, disciplina personal y una visión moderna del derecho

“Soy un abogado originario de Tijuana. Trabajé durante 15 años en el servicio público, en los tres niveles de gobierno y en los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial”, relata Jorge Luis con tono sobrio, sin alardes, como quien ha hecho del trabajo su única bandera.

Cuando se le pregunta por qué eligió el Derecho, su respuesta no apunta a una anécdota casual ni a un mandato familiar: “Siempre me ha movido la idea de justicia. Ver lo que está mal cansa, y mi impulso ha sido siempre lograr soluciones justas para las partes”.

La suya no es una formación lineal. Antes de dedicarse al mundo jurídico, estudió Informática. Ese cruce entre lógica técnica y vocación humanista terminó delineando lo que años después sería una de las firmas más innovadoras del país.

Esa formación doble -entre el código binario y el código civil- le ha permitido construir un despacho que ha evolucionado con el tiempo. “El derecho requiere temple, claridad y disciplina”, precisa.

Y no lo dice por decir, lo afirma con la convicción de ser una persona integral en todos los escenarios de su vida. 

Tecnología, transparencia y ética como pilares operativos

Siendo culturalmente México parte de un sistema donde muchas firmas siguen ancladas al papel y a la burocracia, Fuentes Santillán y Asociados apuesta por la digitalización y la eficiencia.

“Desarrollamos una aplicación para nuestros clientes, donde pueden consultar el estatus de sus casos en tiempo real. Nuestra plataforma interna genera reportes automatizados y mantiene comunicación constante”, explica.

Bajo esa directriz, no apuesta a ser un despacho que sólo reacciona, sino que diseña, calibra y construye estrategias como un cirujano planea una intervención, y donde nada se deja al azar.

“Esta infraestructura tecnológica no es un adorno, sino un reflejo de su compromiso con la transparencia y la modernidad. La tecnología, en este despacho, no sustituye al criterio, pero sí lo potencia”, explica.

Añade que este modelo va de la mano con una filosofía de atención personalizada y rigurosa, en donde ningún caso se toma a la ligera. 

“Valoramos si el asunto merece ser peleado. Si no hay una base sólida, lo rechazamos. No nos gusta perder, y por eso hemos ganado la mayoría de los casos que aceptamos”.

Hasta ahora, los números respaldan este enfoque, con cientos de casos cerrados, alianzas estratégicas, miles de asesorías exitosas y cientos de litigios ganados. Cada uno de ellos, subraya, analizado y atendido bajo el mismo estándar ético.

Áreas clave de especialización y una práctica centrada en resultados

La firma ha construido su reputación sobre el dominio de materias clave, en las que sus socios cuentan con formación de posgrado y experiencia práctica. 

Su campo de acción abarca el Derecho Constitucional y Amparo, el Derecho Penal Administrativo, así como el Derecho Civil, Mercantil y Corporativo. Al igual destacan en Comercio Exterior y Aduanas, una especialidad estratégica para la región fronteriza; además de tener experiencia sólida en Propiedad Intelectual y Asuntos Fiscales.

Estas especialidades les han permitido operar con eficacia en Baja California, además de atender con solvencia a empresas y personas con intereses en diversas regiones del país y el extranjero.

“Cada cliente representa un nuevo desafío, y una oportunidad para reafirmar el compromiso con la justicia. Como cuando, tras tres años de litigio, logramos restituir unos campos deportivos expropiados por el gobierno estatal a una liga de béisbol, y verlos volver a jugar ahí fue profundamente satisfactorio”, recuerda Jorge Luis, al preguntarle sobre una de las anécdotas que más le han quedado marcadas en el ejercicio de su profesión.

Negociación inteligente y alcance internacional

En la práctica diaria del despacho, el conocimiento legal convive con una herramienta clave, y ésta es la empatía.

“Los clientes no sólo traen problemas legales, cargan con emociones, angustias, historias. Escuchar es parte del trabajo”, afirma. Y esa escucha activa se ha convertido en un diferencial de su modelo de atención.

En un país donde el conflicto es muchas veces la norma, el abogado se convierte en arquitecto de la calma. Escuchar, comprender y negociar son actos tan jurídicos como presentar una demanda.

Al mismo tiempo, reconoce que no todo conflicto debe resolverse en tribunales. 

“Negociar no es debilidad. Es inteligencia aplicada. Hemos resuelto casos de 15 años de antigüedad con una buena mesa de negociación. Eso también es litigar”.

Presencia global y operación estratégica en México y Europa

Aunque su anclaje está en Tijuana, Fuentes Santillán y Asociados ha comenzado a proyectarse como un actor legal con alcance internacional. 

Desde hace algunos años, el despacho ha desarrollado una red de clientes -principalmente connacionales- en países como Suiza, Holanda, Japón, Canadá y Estados Unidos. 

En particular, la atención de asuntos legales en territorio europeo ha significado un ejercicio complejo de adaptación intercultural y jurídica, donde el despacho ha sabido responder con eficiencia y criterio técnico.

“Ya estamos trabajando con clientes en Suiza por segunda ocasión, lo cual implica conocer normativas locales, tiempos procesales distintos y sobre todo, construir confianza a la distancia”, explica. 

Para él, este avance no responde a improvisaciones, sino a una estrategia clara, de consolidar alianzas y operar con estándares internacionales. 

“Para un despacho que nació con vocación de excelencia local, expandirse al entorno global es una evolución natural”, pondera.

Además, nos cuenta que ya están por establecer nuevas oficinas en Cabo San Lucas y Mazatlán, respondiendo al crecimiento sostenido de su base de clientes.

Reconocimientos, equipo sólido y mirada crítica del sistema

Recientemente, la firma fue reconocida como uno de los 100 mejores despachos de México por una revista especializada. 

“Fue una sorpresa muy grata. Y es mérito de todo el equipo”, dice Jorge Luis, quien lidera un grupo de diez profesionales con perfiles multidisciplinarios, entre ellos sus hijos Jorge, Oliver y Valeria.

En su voz, e​ste tipo de distinciones, que validan una trayectoria, reafirman que es posible ejercer el Derecho con ética en un entorno desafiante. 

“En Fuentes Santillán no hay espacio para la autocomplacencia, porque cada logro, más que un punto de llegada, es una nueva responsabilidad”.

Y esa misma exigencia interna es la que lleva al despacho a observar con lupa el estado actual del sistema judicial mexicano. 

“Enfrentamos rezagos, corrupción, falta de preparación en nuevos funcionarios. Pero igualmente hay jueces y magistrados comprometidos, y con ellos hemos logrado grandes cosas”, comenta Jorge.

Por ello, el despacho impulsa mecanismos alternativos de solución de conflictos: arbitrajes, convenios judiciales, mediaciones. Porque en su visión, el derecho debe agilizarse, humanizarse y renovarse.

Un abogado que sabe encontrar un balance

Más allá de los tribunales, Jorge Luis cultiva una rutina personal que revela tanto rigor como equilibrio. 

Comparte que se levanta a las cinco de la mañana, cuida su alimentación, hace ejercicio y asiste a terapia. Lo considera parte de una ética profesional extendida.

“Todo eso se proyecta en tu trabajo, porque  lo que haces fuera del tribunal impacta en cómo lo enfrentas”.

Aunque su carácter metódico es evidente, no renuncia al gozo de la contemplación ni al placer de los sentidos. 

Encuentra concentración y atmósfera en la música de Jimmy Sax, cuyos paisajes sonoros, a medio camino entre el jazz contemporáneo y la electrónica de Ibiza, lo acompañan mientras trabaja.

En los libros, dice, ha tenido guías tanto personales como profesionales, siendo uno de sus títulos favoritos El monje que vendió su Ferrari, aunque también reconoce la crudeza -y el aprendizaje- detrás de obras como El lobo de Wall Street.

Lejos del despacho, practica la pesca deportiva, una actividad que, más que evasión, considera una metáfora de su oficio: esperar con paciencia, observar el entorno, lanzar con precisión y saber cuándo recoger la línea. 

Para él, desconectarse no es distracción, sino esa estrategia para mantener el enfoque. 

Y vaya que lo es, porque todo se resumen en la que, afirma, es su frase de cabecera: “El éxito no es casualidad; es sinónimo de perseverancia, de constancia y de hacer lo que realmente a ti te gusta.”

Una ruta clara hacia el futuro

“Crecimiento, especialización, tecnología y ética” -ésas son, en palabras de Jorge Luis-, las coordenadas con las que traza el porvenir de su firma. Un despacho que no se conforma con saberse la ley, sino que aspira a ejercerla con un nuevo estándar profesional y humano.

“Detrás de cada contrato, cada pleito y cada audiencia, hay más que leyes… hay humanidad en estado de tensión. Y en ese cruce entre lo técnico y lo moral, este despacho ha construido su prestigio”, señala.

Porque en un país donde la desconfianza institucional se ha vuelto una constante, la confianza verdadera se convierte en un bien escaso. Y ese valor se gana con resultados, con constancia… y con visión.

“Aquí la ley no sólo se aplica, se comprende, se planifica y se ejerce con humanidad e inteligencia”, concluye el licenciado Jorge Luis Fuentes Valdez.

Litigar con ética es posible. Y en Fuentes Santillán y Asociados, es innegociable.

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