By Por: Roberto Quijano Luna/Abogado. Académico. Autor.
En México, la realidad política y socioeconómica presenta un escenario complejo, donde varios Estados coexisten en un mismo territorio, cada uno con su propia dinámica y características distintivas. En este contexto, se destacan tres principales:
El Estado liberal-democrático derivado de la CPEUM: Este Estado se fundamenta en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) y se basa en los principios de democracia, derechos humanos y estado de derecho. A pesar de sus avances, enfrenta desafíos como la corrupción, la impunidad y su incapacidad de construir orden y seguridad.
El Estado económico derivado del T-MEC: El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sucesor del TLCAN, ha transformado el panorama económico del país, facilitando la integración en la economía global y promoviendo la inversión extranjera. Este Estado se enfoca en la competitividad económica y la apertura comercial en la región de Norteamérica.
El Estado criminal derivado de los vacíos de poder generados por 1 y 2: A lo largo de las últimas décadas, México ha enfrentado la presencia de grupos criminales, que han aprovechado los vacíos de poder y la debilidad institucional para consolidar su control en ciertas regiones del país. Este Estado criminal opera al margen de la ley y representa una amenaza para la seguridad y la estabilidad.
Es importante reconocer que cada uno de estos Estados tiene su influencia en la vida cotidiana de los ciudadanos mexicanos. Sin embargo, en 2024, se destaca una tendencia clara: la importancia del Estado geoeconómico como motor de desarrollo y oportunidades.
El T-MEC ha generado un entorno propicio para el crecimiento económico y la creación de empleo en México. Cada vez más personas tienen acceso a trabajos mejor remunerados y oportunidades de desarrollo profesional en industrias conectadas al mercado de Norteamérica. Ingenieros, técnicos y trabajadores de clase media sólida han surgido gracias a esta integración económica, transformando su realidad y la de sus familias.
Es crucial reconocer que, aunque el Estado geoeconómico ofrece mayores oportunidades de desarrollo, no se puede ignorar la presencia y los desafíos planteados por los otros Estados. La corrupción, la violencia y la inseguridad asociadas al Estado criminal son realidades que aún persisten y afectan la vida diaria de millones de mexicanos.
En este contexto, la clave para navegar estos Estados reside en la adaptabilidad y la capacidad de entender sus dinámicas. Si bien el Estado geoeconómico ofrece oportunidades, es importante tener en cuenta que la coexistencia con los otros Estados implica enfrentar desafíos y riesgos.
En 2024, la mejor inversión de tiempo y energía está en sobresalir en el Estado geoeconómico, aprovechando sus oportunidades de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, también es fundamental mantenerse alerta y consciente de los desafíos planteados por los otros Estados, aprendiendo a navegarlos para lograr objetivos personales y profesionales en un entorno complejo y cambiante.
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