La IBERO Tijuana celebró el pasado 1 de octubre su 40 aniversario, en los que además de una serie de eventos y festejos alusivos, CAMPESTRE tuvo la oportunidad de sostener una plática con el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., rector de la IBERO Tijuana y Ciudad de México, en la que compartió la importancia de la excelencia académica que ha logrado tener la universidad en el noroeste del país, como parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) en México y de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), integrando a la red de instituciones educativas más grande del mundo.
Durante el encuentro, el Dr. Arriaga Valenzuela destacó que además de incidir positivamente en las temáticas sociales de la frontera, a lo largo de estas cuatro decadas, en la IBERO se busca construir perfiles que no sólo atiendan a ser “profesionistas exitosos en sociedades fracasadas, sino profesionistas que, además de ser los mejores en su campo, sean los mejores ciudadanos y que pongan su talento para servir a los demás”.
¿Qué significa estar al frente de esta institución en sus 40 años? “Es una experiencia consolatoria de mucha satisfacción personal y de mucho deseo de servicio. Los jesuitas concebimos la autoridad no como un espacio para acumular poder, sino para mejor servir a nuestra comunidad.
“Estos 40 años significan ser conscientes de que somos herederos de una tradición. Y la tradición es entregar formas de vida. Y nosotros es lo que estamos haciendo aquí: entregar nuevas formas para que esa semilla que entregamos sea fecunda en la educación de los jóvenes y las futuras generaciones que van a ser los líderes de Baja California.
“Para nosotros la educación no es un negocio, no estamos mercantilizando la educación, no estamos en una dinámica de atender estrictamente la lógica del mercado. Para nosotros la educación es una misión y una poderosa herramienta de transformación social y a eso le estamos apostando”.
¿Cómo ha sido la relación de la Ibero con Tijuana y la sociedad tijuanense en estos 40 años?
“Desde que inició la labor de la compañía y, sobre todo, desde que iniciaron los primeros jesuitas con este proyecto de fundar una universidad en el noroeste del país, siempre la intención fue ser parte activa de la sociedad tijuanense, y estos 40 años nos han dejado este gran legado de ser un actor muy relevante en la vida social, cultural, religiosa y política de Tijuana.
“Para nuestra universidad ha sido una gran satisfacción el ver cómo hemos formado personas, hombres y mujeres que han impactado de manera positiva a la sociedad bajacaliforniana y, en algunos casos a nivel global, todo a través de distintas disciplinas.
“Y estamos viendo cómo cada vez Tijuana se extiende no sólo en población, sino en su capacidad para influir en las decisiones más importantes del país. El aporte de estos 40 años ha sido formar con excelencia humana integral, incidir en la realidad de manera positiva y aprender de la cultura tijuanense.
En su slogan dicen que son “Universidad Jesuita de Frontera” ¿Qué significa serlo?
“Cuando hablamos de frontera, no nos referimos únicamente al ámbito geográfico, sino a los temas de investigación e incidencia social, en los cuales queremos tener mayor presencia y en donde muchas veces, la mayoría de las personas no quieren estar. Por eso decimos que los jesuitas somos hombres de frontera.
“El padre Adolfo Nicolas dijo una frase sobre los jesuitas «Vamos a la frontera y desde ahí queremos saber qué hacemos, quién nos inspira, quién está a la raíz de mí mismo en el caminar hacia la frontera. Vamos a la frontera mirando el horizonte». Eso es estar en la frontera, siempre con una proyección hacia el futuro.
“Nunca hay fronteras sin horizonte y nunca hay horizonte sin estar en las fronteras, por eso estamos incidiendo en temas como la migración, la situación de violencia en el país, la situación de los derechos humanos, porque son temas de frontera, en los cuales queremos apropiárnoslos, porque son retos que tiene la frontera y los retos que tiene la frontera son los retos que tiene también la IBERO, y esos los queremos asumir como propios para poder incidir en ellos de manera positiva y esperanzadora. Eso es ser de frontera”.
¿Cuáles son las líneas estratégicas y retos de la universidad para los siguientes años?
“La primera línea estratégica es ofrecer una educación superior con excelencia. Y no solamente académica, sino también humana. La educación que ofrece la compañía de Jesús en sus instituciones educativas es una educación que acompaña y que también quiere que el estudiante pueda ser capaz de construir su
proyecto de vida personal, y que encuentre sus deseos más profundos para saber qué quiere y a qué va.
“La otra línea estratégica que queremos proyectar es la visión de transformar las realidades de las personas. Tener influencia no sólo en el ámbito personal, sino también en las estructuras que generan exclusión, violencia y desigualdad, y con ello distinguirse de otras ofertas educativas.
“Y algo importante es siempre estar abiertos a la internacionalización y a la interculturalidad. El diálogo con las culturas diversas, que no se finca solamente con una relación con la cultura occidental, sino también abierto a la riqueza de otras culturas, como las indígenas, africanas, asiáticas, de manera que el egresado tenga esta visión global.
“Todo ello con protección al crecimiento y en un futuro abrir nuevos programas educativos, buscando que sea una universidad sostenible y sustentable. Hacia allá queremos llevar a la IBEROAMERICANA”.
¿Qué les diría a las personas jóvenes que piensan en la Ibero como opción para su educación universitaria?
“La IBERO es la mejor opción para que construyan su proyecto de vida. No será un esfuerzo aislado, sino un esfuerzo conjunto, buscando que sean profesionistas competentes, compasivos, comprometidos y colaborativos, que sabrán trabajar en equipo. Que van a ser los mejores en su campo y que van a ser los mejores para el mundo. Con la capacidad de tener intercambios en cualquier parte del mundo, con universidades muy bien posicionadas dentro de los rankings mundiales de las escuelas de excelencia.
“Queremos que encuentren un espacio en donde pueda florecer su creatividad y en los programas de la IBERO Tijuana puedan encontrar un campo fecundo para desarrollarla en cada una de las ofertas educativas de licenciaturas y los posgrados.
“Actualmente, estamos mejorando la infraestructura física de la universidad. Hemos realizado inversiones importantes en las mejoras de salones y laboratorios.
“La IBERO Tijuana es un espacio donde estas inquietudes y talento puede explotar al máximo el gran talento humano de esta ciudad. Tenemos mucha esperanza en que la IBERO se siga consolidando en los próximos años como la mejor oferta educativa para los jóvenes de la región”.
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