By Por: Marco Eric Cuén R.
Si conoces Tijuana podrás ver lonas de “se vende” o “se renta” por doquier. Desde un terreno en El Refugio –una de las colonias más alejadas de la ciudad– con un precio por metro cuadrado desde los veinticinco dólares, hasta un letrero gigante promocionando una esquina completa en Zona Río con un precio que sobrepasa el millón de dólares.
Es aquí en Tijuana, en donde inicia la patria, que cada metro de tierra en cualquier punto de la ciudad constituye un bien con alto retorno de inversión y plusvalía casi garantizada.
Este fenómeno, conocido como expansión inmobiliaria, es ocasionado por la gentrificación, la búsqueda de tierra por parte del sector industrial, y, recientemente, debido al aumento de las tasas de interés en Estados Unidos. Bajo este panorama, la gran demanda de terreno y vivienda en nuestra ciudad, la disminución del otorgamiento de créditos hipotecarios y el altísimo costo del arrendamiento en nuestro país vecino ha detonado una ola de inversión y arrendamientos sin precedente en Tijuana.
A consecuencia de este fenómeno encontramos rentas en los suburbios de la ciudad desde los trescientos dólares (departamentos) hasta los setecientos dólares (casa-habitación). En zonas más cercanas a bulevares y próximas a las garitas de San Ysidro y Otay, el costo de la renta puede llegar hasta los mil quinientos dólares en departamentos y en casas pequeñas.
Mientras que en la llamada “Zona Dorada” de la ciudad podremos encontrar rentas desde los dos mil, tres mil o incluso seis mil dólares en condominios y grandes residencias.
Si además analizamos los terrenos en arrendamiento para la industria, nos encontraremos que las grandes extensiones de tierra cercanas a garitas y bulevares principales pueden rentarse hasta en un dólar con cincuenta por metro cuadrado –invito al distinguido lector, a fin de darse una idea más clara de la dimensión del costo de una renta, a hacer un ejercicio de cálculo con este costo por metro cuadrado considerando que una gran extensión de tierra son más de diez mil metros, es decir, a partir de una hectárea–, hasta un costo por metro cuadrado a la venta desde los treinta y cinco dólares.
Todo este panorama nos convence a los actores del sector inmobiliario que la ciudad mantiene un crecimiento exponencial y es un destino seguro de inversión para cualquiera que desee hacer crecer su patrimonio o desarrollar su negocio vertical, habitacional o industrial a través de la plusvalía o viviendo de las rentas.
El autor es Licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas. Gerente General de CITY Inmobiliaria
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