Por: Roberto Quijano Luna / Abogado. Académico. Autor
La gente de Tijuana es de paladar exigente. Es sabido que esta ciudad tiene numerosos problemas, pero cuando menos tenemos la mejor comida del país. Qué les digo de Ensenada y el Valle de Guadalupe. Llegan personas de todas partes de México y del mundo junto con sus tradiciones culinarias. Marisco sinaloense, carne sonorense, platillos mediterráneos, comida japonesa. Lo que quieras lo encuentras aquí.
Si algo ha hecho bien Tijuana ha sido crear una oferta gastronómica local con una clientela fiel. Por lo que veo, la gente prefiere comer en un restaurante local que uno de cadena nacional/multinacional (aunque para gustos hay de todo). El mercado tijuanense ha sido sumamente generoso con el empresariado gastronómico local. Abren Cafés de la Flor, Saketori-Yas, Caccios, en distintos puntos de la ciudad y se llenan.
Tijuana es una de las ciudades más peligrosas del planeta, pero todos los días los restaurantes y bares están a tope. Es como si parte de la experiencia tijuanense sea comer bien y gozar sabiendo que en cualquier momento te puede tocar.
Nos encontramos en una de las ciudades más agitadas del país. Formamos parte de esta gran ola de cambio que no se detiene. Todo se resume en que Tijuana se ha estrenado en los últimos años como una enorme metrópolis. Los problemas de una metrópolis (Tijuana 2023) son muy diferentes a los de una ciudad de mediano tamaño (Tijuana 2010).
En este caso, me enfoco en la parte de negocios. Como mencioné, el empresariado tijuanense ha salido adelante por esta economía local robusta. De aquí hemos exportado cadenas de supermercados, farmacias y restaurantes, a la región y resto del país. No obstante, en paralelo al crecimiento de la ciudad, comienzan a llegar no solo personas de otras partes, sino también negocios. Muchos de gran calidad. Me enfoco ahora en la industria restaurantera.
Las incursiones de cadenas nacionales/internacionales al mercado tijuanense no han acabado con la oferta local. Tan es así que los restaurantes locales siguen a tope y prosperando.
No obstante, esto cambiará en los siguientes años. Todos estos centros comerciales nuevos que ves en la ciudad tienen locales para ocuparse. Algunas cadenas locales van a entrar, pero sobre todo veremos como ahora sí llegan cadenas nacionales/internacionales con oferta de calidad.
Cito el ejemplo del Saketori-Ya que es uno de los mejores sushis de Tijuana, high end dirigido a un mercado específico. Hoy por hoy hay pocos restaurantes japoneses a ese nivel de alto precio y calidad.
Me comentaban hace tiempo que llegará a uno de estos nuevos centros comerciales de Tijuana la cadena de restaurantes japoneses high end llamada Ryoshi. Con presencia en CDMX, Cancún y Monterrey. Me llama la atención que le apuesten a Tijuana para su cuarta ubicación.
La realidad es que hay gente en Tijuana con dinero que está dispuesta a pagar por un restaurante de sushi de lujo. Saben que pueden entrar al mercado y ser competitivos. Ni se diga de atraer a clientela que gasta en dólares. Esto debe de prender alarmas al empresariado local. Su feudo que por muchos años permaneció intacto, ahora es invadido por competidores formidables de otras partes.
Utilicé el ejemplo de Saketori/Ryoshi por ser uno que me llamó la atención recientemente. Veremos este mismo fenómeno en cadenas de cafés, supermercados, corporativos, laboratorios, lo que sea. La competencia siempre es buena. Te obliga a mantenerte filoso y activo. Esto quiere decir que el empresariado local debe mejorar su oferta para responder a los recién llegados. El principal beneficiado será el cliente tijuanense que tendrá ya no solo una, sino varias opciones a su alcance. Bienvenidos a la gran metrópolis de Tijuana.
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