By Por: Gustavo Morales/ Abogado y Comunicador “El Mexicano”
Cuando usted escucha hablar del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sólo son dos versiones, las buenas cosas que hicieron cuando gobernó en los años anteriores al 2000, o las peores que son las trágicas historias de corrupción y abuso de poder.
En el año 2000 ganó Vicente Fox del PAN a Francisco Labastida, candidato presidencial del PRI, y hoy podemos asegurar que fue simplemente porque representaba un cambio que nunca llegó, pero no nada más eso, sino que no pudieron sostener, pues la “victoria” de Calderón en el 2006 fue por décimas de punto ante el líder opositor Andrés Manuel López Obrador, que por cierto, siempre ha afirmado que fue un fraude electoral, y después de dieciocho años, hay quienes pensamos que efectivamente fue un fraude electoral.
La historia nos dice que Acción Nacional carece de líderes políticos con capacidad y carisma para agradar a nivel nacional a la ciudadanía mexicana. Fox era simpático y bonachón, hasta cierto punto improvisado, eso fue lo único que le valió para ganarle a al PRI; el “Jefe Diego” era el único que podía por sí solo representar el verdadero cambio que vendió el PAN, pero para el 2006, decía que su reloj político ya había pasado.
A diferencia de Acción Nacional, el PRI sacaba líderes políticos como pan caliente, tanto que se indigesto, pues sus cuadros políticos le salieron demasiado abusados que su ambición les ganó y tropezaron con la corrupción y abuso de poder que ha distinguido al PRI en los últimos años.
Uno de esos cuadros es su actual presidente Alejandro Moreno, para sus amigos “Alito”, pues siendo gobernador de Campeche, le dio para poder quedarse como el máximo líder del partido, y también le dio para comprarse una mansión en Campeche y algunos excesos más.
Después de haber sido un partido que recuperó el poder por la experiencia de sus principales actores como Beatriz Paredes o Manlio Fabio Beltrones, que le dieron la base al PRI en el sexenio de Calderón, para entregar en charola de plata la presidencia a la nueva generación de jóvenes que representaba Peña Nieto y resultaron ser un terrible desempeño para el país, terminando varios en la cárcel, como Javier Duarte, Roberto Borge y Emilio Lozoya.
Hoy, Alito Moreno se esfuerza en desaparecer al PRI, sin generar nuevos líderes y expulsando a los pocos que le quedan con buena reputación, como Claudia Ruíz Massieu, Jorge Carlos Ramírez Marín, Eruviel Ávila, entre otros, por no quererse someter a él como líder máximo, a pesar de que todas sus acciones son para terminar de enterrar al PRI, sólo obtuvo una gubernatura en las elecciones pasadas, (Coahuila), considerando que MORENA y PT fueron divididos, pero ha perdido en general todo, hasta la dignidad.
PAN y PRI están fulminados, PRD desde que López Obrador se salió de ese partido solo nada de muertito, no tienen oportunidad alguna ante la avasalladora ola morenista que no sólo llegó al poder, sino lo va a mantener por muchos puntos de ventaja en la próxima elección.
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