Reflexiones

Quiero iniciar esta columna con un profundo agradecimiento a todo el gran equipo de CAMPESTRE por su amable invitación a sumar y colaborar con el destacado trabajo que han venido desarrollando en nuestra ciudad, en donde han generado una propuesta única y original para hablar de temas de liderazgo, poder y negocios, con una oferta muy atractiva e interesante, a la cual auguro tremendo éxito.

Esta columna la he bautizado “Reflexiones” en donde habré de comentarte mis análisis, ideas, y opiniones sobre diversos tópicos del mundo de los negocios y la política. Dos de mis más grandes pasiones.

Iniciaremos con el tema de coyuntura que más se platica en todos los foros políticos y empresariales, la nueva configuración de la política de nuestro país.

Hoy tenemos ya una nueva presidenta electa – la primera mujer en la historia del país- quién ganó por una amplia mayoría y que además tuvo un éxito electoral sin precedentes y tendrá mayoría calificada en el Congreso y estoy seguro de que también habrá de operar para sumar los votos necesarios en el Senado y tener la mayoría calificada también… Esto significa que nuestra próxima presidenta tendrá un gran poder y capacidad de aprobación e implementación de todas sus iniciativas de ley.

Este poder casi absoluto pone el rumbo del país prácticamente en las manos de una persona. Esta nueva configuración de poder casi total, no ha sido del agrado de los mercados, porque es muy importante que existan los contrapesos. Será muy importante que los empresarios estemos cerca de la nueva presidenta y que busquemos tener representación a través de nuestra inteligencia colectiva, mantenernos siempre propositivos y también disentir cuando sea necesario.

Hoy más que nunca necesitamos participar en la vida política y empresarial del país. México es uno de los principales países del mundo, estamos ante una oportunidad de oro por el nearshoring para catapultar las inversiones y generar más oportunidades para todos.

Será crucial lograr dar certeza de rumbo claro, certeza a la inversión extranjera y también el incursionar en proyectos productivos sustentables… Y aterrizando en nuestro Estado y ciudad, hoy más que nunca lo que más se necesita, es la unidad. La unidad en la sociedad, la unidad empresarial, la unidad entre gobierno y sociedad, porque unidos somos más fuertes y unidos podremos seguir en la construcción de esta próspera ciudad y Estado que tanto amamos. Tijuana es una ciudad privilegiada, hagamos que sus virtudes se potencialicen aún más.

Así que cada uno, desde su trinchera, lo que nos toca es participar, trabajar, hacer y no sólo decir. Es muy importante que cada persona se involucre, desde la mesa directiva de tu cuadra, en la sociedad de padres de la escuela, en alguna causa u organización de tu interés. Insisto, las claves para lograr una mejor ciudad, un mejor entorno, son la unidad y la participación.