Contra el nepotismo y la reelección
La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó una iniciativa de reforma que cimbró diversos frentes en todo el país: una propuesta para prohibir el nepotismo y la reelección consecutiva en cargos de elección popular a partir de 2027.
¿El objetivo? Frenar los apellidos que se heredan el poder y evitar que los mismos personajes se reciclen una y otra vez en el gobierno.
La idea es clara, al buscar cerrar de tajo las puertas a que familiares directos de funcionarios en funciones se postulen en un periodo inmediato.
Y no es un cambio menor, ya que la propuesta incluye modificaciones a los artículos 55, 82, 115 y 116 de la Constitución para establecer que, si alguien quiere lanzarse por un cargo público, no puede haber tenido, en los últimos tres años, parentesco por consanguinidad o afinidad con el titular del puesto que pretende.
Es decir, adiós a las candidaturas para cónyuges, hijos, hermanos, papás, abuelos y demás parientes hasta el cuarto grado.
Este ajuste no es casualidad, donde la política mexicana ha funcionado por décadas como un club exclusivo en el que el apellido importa más que la capacidad.
Y precisamente con esta reforma, el acceso al poder deja de ser una herencia familiar y se convierte en una competencia real.
Pero la cosa no queda ahí, la Dra. Sheinbaum también quiere enterrar la reelección consecutiva para senadores, diputados federales y gobernadores.
Pero no sólo eso, los congresos estatales tendrán que aplicar la misma medida para alcaldes, síndicos y regidores. Esto, dicen los defensores de la iniciativa, asegurará la alternancia y evitará que algunos políticos se instalen en sus puestos como si fueran vitalicios.
Además, se acaban los atajos. Hasta ahora, muchos legisladores han encontrado la forma de esquivar las reglas postulándose como suplentes para luego regresar como titulares. Con esta reforma, el artículo 59 de la Constitución pondrá un candado para que la jugada no funcione más.
Por lo pronto, el mensaje es contundente. En México, el acceso al poder debe ser por elección legítima, no por linaje ni por mañas políticas, porque en un país donde el nepotismo y la reelección han sido herramientas de control, una medida así sacude el tablero y, de paso, fortalece la confianza en el sistema electoral.
Claro, la aprobación de esta reforma seguro tendrá resistencia, especialmente de quienes han vivido del presupuesto por generaciones. Pero si pasa, marcará un antes y un después en la política mexicana.
Porque una cosa es clara, y es aquella de que el poder debe responder a los ciudadanos, no a los intereses de unos cuantos.
Nombramiento estratégico
La designación de Mariana López Ramírez como nueva directora de Comunicación Social y Relaciones Públicas del XXV Ayuntamiento de Tijuana representa una decisión estratégica en un momento clave para la administración del alcalde Ismael Burgueño Ruiz.
Su nombramiento, anunciado con el respaldo del primer edil, responde a la necesidad de consolidar la estrategia de comunicación gubernamental y fortalecer la equidad de género en el gabinete municipal.
López Ramírez no es ajena a la función pública, su trayectoria incluye puestos de relevancia en distintas administraciones, como la subdirección de comunicación en los gobiernos de Arturo González y Karla Ruiz Macfarland en Tijuana, así como la dirección de comunicación en el Ayuntamiento de Playas de Rosarito bajo la gestión de Araceli Brown.
Más recientemente, estuvo a cargo de la comunicación en la Sindicatura Municipal con Teresita Balderas. Su conocimiento del entorno político y administrativo la posiciona como una figura con la experiencia necesaria para asumir este desafío.
Y habría que señalar que el relevo en esta área es significativo, ya que Luis Palafox, su antecesor, ahora se integra a la Secretaría de Seguridad Pública.
Como resultado de este cambio, la comunicación social del Ayuntamiento deberá enfocarse en garantizar la transparencia, fortalecer la difusión de programas y mantener una relación efectiva con la ciudadanía.
Por lo pronto, el reto para López Ramírez es claro, al tener que proyectar una comunicación institucional eficiente, que no sólo informe, sino que también genere confianza en un contexto donde la rendición de cuentas es una demanda constante.
Su experiencia le otorga herramientas para lograrlo y consolidar un Ayuntamiento cercano y transparente.
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