Por: Eugenio Gene Carrasco
Llegamos al 212 aniversario de la Independencia de México, y con ello todo lo que envuelve a septiembre, el llamado “Mes Patrio”, el cual, si miramos en retroceso, cada año pareciera lucir más desangelado.
Es indudable que no todo marcha de color de rosa en el país, y que, por el contrario, hay situaciones que a todos nos gustaría se desenvolvieran mejor, ya sea en los ámbitos políticos y sociales. Es la verdad.
Sin embargo, y más allá de ciertos grados de polarización que se viven en las redes sociales y descontento en las calles, hay que ver que en México, y en específico Baja California, sí hay mucho que celebrar, contrario a lo que algunos piensan.
¿Y por qué tenemos qué celebrar? porque hoy México y Baja California, podemos ver que hemos salido adelante de situaciones tan aciagas como la pandemia.
Tenemos que celebrar que en el país hay grandes instituciones educativas -como en este número lo podemos ver con la Ibero que llegó a sus 40 años en Tijuana- las cuales siguen formando los líderes que han hecho de esta región una de las más prósperas de América Latina.
Debemos de celebrar que Tijuana sigue una tendencia de franco crecimiento, derivado del turismo médico y del boom inmobiliario, dos flancos de absoluta calidad y enaltecen al que es la ciudad más poblada del país.
Igual, no podemos dejar de celebrar que, durante este proceso de crisis mundial maximizado por conflictos bélicos, a México no le fue tan mal a comparación de otras economías. Y a tumbos, pero ahí la llevamos.
Asimismo, debemos de celebrar la irrupción de más jóvenes, valerosos y propositivos, en el debate de las ideas para el mejoramiento de nuestra región, y ver cómo una oleada de nuevos arquitectos, ingenieros, licenciados y múltiples profesionistas han tomado, para bien, el timón y responsabilidad de llevarnos a nuevos puertos como mexicanos.
Y es que, en este mes patrio con sus fechas de resonancia históricas, siempre, más allá de las kermeses, ¡y de lanzar “vivas”! desangelados, siempre debemos de recordar que la historia se construye cotidianamente, con las decisiones y resoluciones que se toma o se dejan.
Por ello la Independencia de México es un refrendo de que todos los días debemos siempre llevar a la Patria en nuestra mente y corazón.
No pretendamos ser mexicanos únicamente en septiembre, celebremos a nuestra nación y héroes cada día y honrémoslos con nuestro mejor trabajo.
Septiembre y los once meses restantes lo ameritan para el preámbulo de una mejor sociedad.
Y ustedes, ¿por qué proponen celebrar?
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