Y usted ¿cuándo fue la última vez que uso una guayabera? Esta es una prenda considerada por muchos historiadores como una de las más tradicionales para eventos sociales en América y el Caribe.
Por: Andrés Barba Gómez
En la década de 1970 comenzó a generalizarse su uso en México gracias a que el presidente Luis Echeverría la utilizaba para eventos públicos e incentivaba su uso entre políticos y empresarios. Actualmente se sigue confeccionando de forma artesanal con sus tradicionales bordados en las alforzas, una innovación del estado de Yucatán.
Toda esta tradición llevó a la empresaria Liz Gámez a emprender el proyecto Porte Maya hace 9 años. La destacada empresaria vivió durante un año en la península de Yucatán y quedó enamorada de la cultura tradicional. Este amor la llevó a comercializar la también conocida como camisa de boda mexicana.
Comenzando desde un domicilio adaptado cómo estudio, actualmente lleva 4 años establecida en la colonia Cacho, con una boutique especializada en ropa masculina, hecha por productores 100% mexicanos.
“Es muy fresca, pero te da una apariencia elegante, y apropiada para la ocasión que lo amerite, ya sea un congreso, una boda, una presentación. Tengo muchos clientes, entre ellos políticos, dentistas, abogados y médicos que las usan para trabajar porque son muy cómodas. Sobre todo en verano, pero hay también las usan en invierno,” explica Gámez, quién aclara que hay guayaberas para cada tipo de ocasión, entre ellas las de cuatro bolsillos, con alforzas, las más finas hechas con lino y las conocidas como presidenciales, que recuerdan a las utilizadas por el presidente Echeverría.
Además, la empresaria añade que a ella le gusta marcar tendencia desde su hogar, pues gracias a su interés por la moda de hombre su familia ha adoptado las guayaberas como algo cotidiano.
“A mi pareja le gusta mucho el lino. Por lo regular si vamos a algún evento, a una fiesta de la vendimia o paella por ponerte un ejemplo, él porta muchas guayaberas de manga larga. Muchas veces las usa con jeans, o pantalón de lino. Igual mi hijo, que trabaja conmigo. Es jóven, tiene 21 años, y si tiene un evento social va con guayabera y se pone tenis y pantalón de mezclilla. Hace de la prenda algo muy jovial,” explica la empresaria, quien además profundiza en que su hijo siempre ha sido un gran apoyo para ella, pues desde sus 12 años ayuda en las labores de la tienda.
Sin embargo, su negocio también luce sombreros de palma de toquilla, conocidos como Panama hats, el cuál es una combinación común. Además, maneja su propia línea de perfumes y accesorios para caballero, mancuernillas de piedras naturales, carteras, cintos, neceseres y portatarjetas, todo lo que un caballero mexicano necesita.
“Antes vendía ropa para mujer, pero descubrí que los hombres son muy prácticos y me gustó este ámbito. Yo comencé a vender con 17 guayaberas que me traje de Yucatán y tuvieron una gran aceptación, se vendieron muy rápido. Descubrí con eso que me gusta hacer bien sentir a las personas con la ropa. Hacerles reconocer que se pueden ver bien, arregladas y arreglados,” precisa Gámez, quien asegura que la mayoría de los caballeros que entran en su tienda, optan por llevarse el primer diseño de guayabera que cautiva sus ojos.
Cabe destacar que las mujeres también pueden lucir esta prenda tradicional, como una guayabera dedicada al sexo femenino o a través de un vestido en estilo guayabera. “Hay muchos vestidos de lino. (…) Una mujer puede usar una guayabera con un pantalón de mezclilla o lino. Para algún evento en Valle de Guadalupe, este puede ser con sandalias o alpargatas y lucen muy bonitas,” reitera.
Porte Maya actualmente maneja cuatro marcas, incluyendo una con diseños originales de la tienda. Gámez nos cuenta que su pasión por los diseños viene también de conocer a las familias productoras de esta prenda. “Son familias que conozco muy bien. Ellos han producido guayaberas de toda la vida, desde sus abuelos, tatarabuelos y bisabuelos. (…) Ellos ya tienen su proyecto.
Algunas tienen grabados y bordados mexicanos que tardan un poco más en producirse, por ser artesanales.” explica la empresaria que ha servido cómo un parteaguas para que esta prenda tradicional mexicana se popularice entre los eventos sociales más destacados de la ciudad de Tijuana y Baja California, pues actualmente recibe encargos de gabinetes o grupos empresariales completos, quienes buscan lucir sus guayaberas para esos eventos inolvidables.
Al terminar la entrevista, Liz se dispone a atender con jovialidad a los clientes que llegan a su tienda. Es parte de su especialidad ese interés por conocer el uso que se dará a esa prenda lo que distingue a Porte Maya. Una historia que va desde Cuba hasta su próximo evento.
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