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La televisión debe ganarle al algoritmo 

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La televisión aún es el medio líder y junto con los medios tradicionales comandan a los de mayor credibilidad, pero debe de seguir reinventándose, señaló en plática con CAMPESTRE el presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), en Baja California, Edgar Torres Reyes, quien es, además, actual director general de TV Azteca BC y Sinaloa. 

Contrario a lo que millones de personas consideran actualmente en el mundo, la televisión aún es el medio hegemónico, y desde el cual se marca agenda en lo político y lo social, viviendo un mayor resurgimiento tras la pandemia. 

Vuelta en periodo de segregación –– eso sí ––, desde la irrupción del Internet, la televisión, es aquel ente que nos evoca a las principales sentencias de Marshall McLuhan, quien expresó –– en el libro Understanding media. The extensions of man (1964) –– que ella sería el medio de comunicación que nos instalaría en la aldea global. 

Recordemos también que McLuhan aseguraba que la tele “había modificado nuestra vida sensorial y nuestros procesos mentales”. 

Y sería imposible no haberlo lograrlo, si ésta se presenta como un collage –– cual cadáver exquisito –– donde bajo una lógica de secuencia, uno toma el control y empieza haciendo zapping en algún canal, y al cambiarle cada segundo obtendremos una nueva frase, teniendo como resultado, en ese momento, una pieza única e irrepetible. 

En menos de dos minutos la tele nos provoca un estímulo directo. Como consecuencia, aprendimos a vivir en las pantallas, derivado de nuestro contacto con ella, siendo el preámbulo de los nuevos gadgets. 

Y desprenderse de ella no iba a ser tan fácil, al menos, todos aquellos que la producen, tienen una fuerte misión: ganarle al algoritmo. 

El medio que legitima 

En una plática que sostuvo CAMPESTRE con Edgar Torres Reyes, presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) en Baja California, éste es claro y señala que “la tele sigue siendo la reina de los medios”. 

“Como medio tradicional la televisión y la radio, junto con la prensa escrita tiene una credibilidad. Esa está en los medios tradicionales y no se va a encontrar en las redes, donde pseudoperiodistas hacen afirmaciones que no son reales, que no hay constancia de ellos, o no hay fuentes fidedignas”, asegura.

Además, enfatiza que, como medio establecido, todo aquel que integre la industria de la televisión y radio tiene la responsabilidad de corroborar las fuentes. 

“La pandemia vino a legitimar aún más a los medios tradicionales versus las redes, legitimando con ello la información que se brinda a la ciudadanía. (…) la credibilidad como medio es lo que nos identifica, y con todo por eso debemos ganarle al algoritmo”, agregó. 

Evocando a Octavio Paz (Sueño en Libertad, 1969), bien se podría aseverar que la legitimidad de la información de los medios de comunicación masiva se cimenta en el derecho a la misma y a la crítica. 

“Las redes no están reguladas, en cambio en la tele existe un área del gobierno, como lo es la COEPRIS, que nos obliga a los medios a comprobar lo que decimos o anunciamos en materia de salud”, expresa. 

La adaptación 

Nadie puede negar que la sobreestimulación visual y sensorial, en sinergia con la aparición de la proliferación de las pantallas en nuestras vidas, nos ha cambiado por completo. 

La ya no tan sorprendente –– para estos tiempos–– Black Mirror nos lo venía diciendo de manera visualmente brutal desde 2012, dejándonos un escenario tan distópico como aterrador, cual si el mundo fuera la visión de Lovecraft en un escenario plasmado por Philip K. Dick. 

Y todo ello ha desembocado en que el espectador busque nuevas formas de tradición y transacción para sus ojos y oídos, cosa que, como se señaló al principio, ha detonado en un fenómeno de segregación. 

“No tenemos las audiencias que teníamos hace algunos años; antes un partido de la Selección de México, en la televisión tenía hasta 70 millones de audiencia, entre Televisa y Tv Azteca; en la actualidad tenemos 30, y los otros 30 millones están diversificados en los diversos medios”, resalta el presidente del CIRT BC. 

“La llegada de las redes sociales vino a desagregar la audiencia, pero si vamos a audiencia real por medio, la televisión sigue siendo el medio con más audiencia en el mundo”, remarcó. 

La gratuidad y la democracia

“En la televisión nadie obliga a nadie”, destaca el también director de Azteca en Baja California, recalcando que tanto la televisión como la radio son medios totalmente demócratas y gratuitos. 

“Son demócratas porque nadie obliga a nadie a escuchar o ver un canal determinado. Tú lo escuchas o lo ves porque te sientes identificado, porque buscas información, porque te gusta el formato, no así las redes sociales”, enfatiza, mientras se lleva a las manos un teléfono para ejemplificar el porqué. 

“Las redes sociales te exigen un ancho de banda, un pago de un servicio telefónico. En nuestro Estado, el 80 por ciento del consumo de redes se realiza en móviles y el 20 restante en laptops o computadoras de escritorio. Entonces, tú no puedes tener acceso a las redes, si no tienes un paquete de dinero mensual que te permitirá. al final, si no compras el paquete de datos, no podrás tener YouTube, TikTok. Esa parte en ocasiones no es valorada, y nosotros como medios tradicionales, no te generamos ningún costo, contrario a las redes”. 

Por ello, ante CAMPESTRE, el titular del CIRT aseguró que la Radio y la Televisión presentan retos importantes frente a las redes sociales, pero a pesar de eso permanecen como base de la comunicación de miles de familias en la región, por la penetración y accesibilidad que se tiene ante los consumidores. 

Los retos ante la población que muestra un rechazo 

“Quizás nuestro reto es la inmediatez. No la pide el consumidor, porque nos puede llevar a cometer las pifias o errores. Nosotros como medio tradicional debemos de validar la información Estamos migrando a tener portales, medios digitales con credibilidad. 

“La televisión ha sido ingratamente señalada y pasamos de ser la caja idiota a la caja educadora en la pandemia. En la pandemia los contenidos de las escuelas se daban por televisión. 

“Y a los medios tradicionales no nos pueden acusar de que los obligamos a ver cientos contenidos cosa que el algoritmo sí te hace, y te manda lo que él considera que debes de ver”, afirma con aplomo. 

La radio 

“La radio, al menos en nuestro Estado, ha perdido mucha fuerza por el tema de la radio hablada. No tenemos tanta radio hablada, no así con nuestros vecinos del norte, que la tienen con mucha fortaleza. La radio hablada llega a tener más fuerza que la misma televisión. Lo que tenemos que apostar es tener los medios correctos en el momento correcto.

Se complementa 

Pero contrario a lo que se podría pensar, para el director de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión en el Estado, la tele junto la radio son complementarios de los nuevos medios y van agarrando sus nichos 

“No se vive en guerra, como muchos podrían pensar, la llegada de las redes la han ayudado, porque se obtiene un generador de contenidos y ahora la tele puede ser vista en el teléfono, iPad, tablet y computadora. Las redes sociales pueden ser un gran aliado de la televisión y la radio”. 

Finalmente, Edgar Torres Reyes, es franco y no duda en asegurar con total certeza, que la televisión, las buenas historias y lo bien producido seguirá, porque todo ello, junto con una producción responsable, hace que el espectador busque humanización dentro del medio que consume. 

“Somos el pulso, el comercial, la oferta, la temporada. Como medios nos hemos adaptado a lo que la gente quiere consumir”. 

Y hay mucho de razón, podremos tener una, dos, tres, hasta cinco plataformas de streaming, pero la sensación del zapping, ver un comercial, sentirnos conectados con el mundo, provoca que no podamos olvidarnos de ese aparato que nos ha acompañado por años en nuestras vidas. 

La televisión siempre estará ahí. Y tal y como lo señala antes de despedirnos: “Los medios sí tenemos una responsabilidad, no somos educadores, pero podemos ser entretenedores y brindar un entrenamiento sano y propositivo”. 

Será de cada televidente el manejo del control y lo que quiera ver, sólo es cuestión de encenderla y ser también un espectador responsable y con un alto porcentaje a la crítica y a los cuestionamientos. Si se llega a ese punto, puede que cada uno de ustedes haya podido, al menos, controlar al algoritmo… Ya mañana quién sabe.

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