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Ismael Burgueño: Construyendo una ciudad desde el equilibrio y la unión

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Tijuana, ciudad que encarna los contrastes de México, enfrenta retos que demandan liderazgo, audacia y visión. Ismael Burgueño, con una trayectoria forjada en el humanismo, lidera un proyecto enfocado en la educación, la seguridad, y el desarrollo tanto tecnológico como comunitario.

Por: Alonso Valenzuela

Son exactamente las 12 del día cuando la figura de Ismael Burgueño Ruiz se asoma por una puerta lateral de la Sala de Juntas de Presidencia, en el Ayuntamiento de Tijuana.

Detrás de él, un ventanal deja pasar la cálida luz del mediodía, perfectamente sincronizada con la trascendencia del instante.

Se cumplen 100 días de su administración, periodo que marca un antes y un después en la percepción de los tijuanenses. En este breve lapso, la ciudad comienza a transformarse, con mejoras palpables en infraestructura, seguridad y el vínculo entre el gobierno y la población. Aunque el camino es largo, los primeros pasos han dado indicios de una administración comprometida y dispuesta a enfrentar los retos que plantea una metrópoli de esta magnitud.

Es un momento simbólico: la claridad que se filtra es una metáfora del trabajo que busca realizar este hombre, quien gobierna una de las ciudades más importantes de México y América Latina, con una responsabilidad titánica y una visión firmemente anclada en la sensibilidad social.

Maestro de primaria, político por convicción y humanista por esencia, Ismael Burgueño, el trigésimo  alcalde en la historia de Tijuana, se sienta frente a CAMPESTRE, donde un aire de orden y determinación parece impregnar cada rincón. 

Con porte firme, pero una actitud cercana, y mientras el obturador atrapa de manera espontánea sus gestos, comienza a narrar parte de la historia que hoy lo tiene en la silla presidencial, así como sus perspectivas para el devenir de la ciudad.

“Soy un tijuanense que creció en la Zona Este, una región llena de necesidades. Desde joven, comprendí que la educación es la base de todo. Por eso, he enfocado mi vida en construir desde ahí”, comienza a platicar de manera natural.

Una trayectoria marcada por la transformación
La carrera de Burgueño Ruiz en la política puede parecer breve para algunos: apenas una década. Sin embargo, para él, este periodo ha sido un vertiginoso recorrido profundo, marcado por aprendizajes, obstáculos y un compromiso indeleble con la gente. 

“Estos 10 años los he vivido en dos vertientes: la personal y la política. En lo personal, creo firmemente en la Cuarta Transformación, un proyecto que va más allá de lo político; es una filosofía de vida. En lo político, ha sido un camino sinuoso pero enriquecedor. He aprendido a mantener un equilibrio emocional frente a las adversidades, siempre guiado por el principio de servir a los demás.

“Desde muy pequeño mis padres me enseñaron el valor del trabajo arduo y constante, el servicio a los demás como vehículo para encontrar la realización personal y la disciplina para acentuar mi fuerza de reflexión. Esto me llevó a interesarme por los grandes temas nacionales, donde, a través de la figura de Andrés Manuel López Obrador, encontré una potente fuente de inspiración para integrarme en la lucha contra la desigualdad, las injusticias, la corrupción, la impunidad y la pobreza”.

Así, recuerda los días en los que, como consejero estatal de MORENA y dirigente del partido en Baja California, visitaba comunidades en extrema vulnerabilidad. 

“Especialmente en la Zona Este, las familias no tenían ni siquiera lo básico: un techo seguro o comida suficiente. Era frustrante ver esa realidad y no poder hacer más. Pero también fue un motor que me impulsó a buscar aliados y soluciones. Hoy, como alcalde, esa experiencia me ayuda a entender la importancia de trabajar desde abajo, escuchando a quienes más lo necesitan”, detalla el también doctor en Gerencia y Política Educativa.

Tijuana, un reto monumental
La ciudad que desde el 1 de octubre de 2024 gobierna Burgueño Ruiz no es cualquier urbe; por el contrario, exige resultados inmediatos. Con más de dos millones de habitantes, según datos del INEGI, Tijuana es vecina de uno de los estados más poderosos del mundo y constituye una ventana obligada para la irrupción de empresas asiáticas y europeas que ven en esta frontera un hub estratégico de desarrollo y sustentabilidad.

Este dinamismo fronterizo, sumado a su rápido crecimiento, plantea retos que exigen soluciones audaces y pragmáticas. 

“Cuando asumí este cargo había una desconexión entre el gobierno municipal y la ciudadanía. Hoy, estamos recuperando esa confianza, fortaleciendo esa coordinación de manera permanente con empresarios y ciudadanos, e integrándolos en este proyecto. Porque los problemas de Tijuana son responsabilidad de todos. Mi prioridad fue restablecer esos lazos, tanto con el Estado como con la Federación”, precisa.

Asimismo, acepta que entre los asuntos más urgentes que ha enfrentado su administración, están los servicios públicos, por lo cual ya es un frente en el que se trabaja arduamente. 

“Estamos implementando un enfoque integral que llamamos ‘circuito cerrado’. Esto significa que no sólo pavimentamos una calle, sino que también mejoramos las luminarias, colocamos señalética y atendemos otras necesidades en la misma zona. La idea es generar un impacto positivo y duradero, mostrando a la ciudadanía que no estamos aquí para resolver problemas superficiales, sino para transformar comunidades”, remarca.

En lo referente  al ámbito de la seguridad, donde diversos políticos evaden la responsabilidad de sus funciones,  Burgueño finca uno de sus pilares para el cambio.

Como resultado, tras los primeros 100 días de su administración, la reducción del 22% en homicidios representa un logro contundente. 

“Sabemos que el esquema de coordinación es la base de los éxitos en seguridad, como es la reducción del 22 por ciento en homicidios en Baja California, esto gracias a la coordinación que hay con el Gobierno del Estado y la Federación. Tengo que resaltar y reconocer la gran labor y la responsabilidad que tiene nuestra gobernadora Marina del Pilar, encabezando las mesas a nivel estatal”, destaca.

Sin embargo, el alcalde no se limita a la coordinación institucional. Una de sus apuestas más importantes es la implementación de estrategias preventivas, con un enfoque en el trabajo con jóvenes en escuelas y colonias, el fomento a la cultura, y el mejoramiento del alumbrado público. 

“Queremos que Tijuana sea una de las ciudades más iluminadas del país. Esto disminuye la incidencia delictiva, y genera un ambiente más seguro para todos”, enfatiza.

La educación como eje central
Sin duda, uno de los cimientos de su administración es la educación, tema que aborda con especial pasión. 

“La educación es la llave que abre todas las puertas. Como maestro, aprendí que el futuro de un niño se define en sus primeros años de vida. Por eso, estamos rehabilitando espacios educativos, garantizando que cuenten con servicios públicos adecuados y creando áreas seguras para su desarrollo.”

Pero su visión va más allá de la infraestructura. “Estamos implementando programas de arte, cultura y deporte para que los niños y jóvenes tengan opciones saludables que los alejen de malas decisiones. Queremos que Tijuana sea una ciudad donde cada niño tenga la oportunidad de crecer en un entorno positivo.”

Enfoque humanista para construir un futuro colectivo
La sensibilidad social de su administración también se refleja en su atención a los héroes cotidianos de la ciudad, como lo son bomberos y policías. 

“Hemos homologado los salarios de los policías a $20,000 mensuales y les hemos proporcionado uniformes y equipos necesarios. Sabemos que su trabajo es crucial para la seguridad de Tijuana y queremos que lo realicen con dignidad.”

Coordinar liderazgos diversos es otro de los aciertos que destaca en su administración. Con la creación histórica del Consejo Consultivo Empresarial, Burgueño logró reunir y amalgamar a los mejores liderazgos de la región, encauzándolos para trabajar en sinergia. 

“En un entorno donde cada líder tiene su propia visión y fuerza, este Consejo no sólo simboliza unidad, sino también una plataforma para ejecutar proyectos que impacten positivamente.”

En ese pensar, para el primer edil, la clave está en gobernar con equilibrio emocional y un profundo conocimiento de la historia. “Sólo entendiendo nuestro pasado podemos construir un futuro realista.”

Planes para la ciudad en el 2025
Garantizar la eficiencia y sostenibilidad de los proyectos prioritarios en 2025 requiere más que planes sobre papel; exige un trabajo constante y coordinado entre todas las secretarías del municipio. 

Por ello, como parte del compromiso de construir un gobierno inclusivo y basado en las necesidades de la población, en semanas recientes se puso en marcha el Plan Municipal de Desarrollo 2025-2027.

Este plan, diseñado para captar las voces de todos los sectores de la ciudad, recabó 25 mil opiniones a través de modalidades electrónicas y físicas. 

Gracias a ello, se buscará un diagnóstico claro de las prioridades ciudadanas, permitiendo entender cómo se sienten los tijuanenses, hacia dónde desean avanzar, y qué soluciones esperan de su gobierno. 

La filosofía de un líder
A medida que avanza el encuentro, el alcalde nos revela algunos de sus gustos, pasiones y aquello que lo motiva en su día a día. 

Para quienes seguimos de cerca su agenda y aquellos atentos a la imagen institucional del XXV Ayuntamiento, resulta evidente una particularidad que remite a elementos prehispánicos. Es entonces, que surge la pregunta clave: ¿qué lo llevó a elegir a Quetzalcóatl como símbolo central de este discurso visual?

“Para mí, representa la unión, la espiritualidad y el equilibrio. Estos son valores que trato de aplicar en mi vida personal y profesional. Gobernar no es sólo administrar recursos; es impactar vidas de manera positiva y dejar un legado que trascienda.”

Según las palabras del alcalde, el legado de esta deidad mesoamericana transmite una enseñanza profunda: las comunidades deben aspirar a un equilibrio entre sus raíces y su futuro, integrando la riqueza de su historia en cada decisión que se tome.

“Como Quetzalcóatl unificó culturas, nosotros debemos unir esfuerzos para construir una ciudad donde todos tengan cabida (…) gobernar no es sólo cumplir metas, es transformar realidades: ‘La verdadera riqueza de un hombre no está en lo que tiene, sino en lo que da’. Esa filosofía es mi guía diaria al trabajar por Tijuana.”

Dicha reflexión sobre Quetzalcóatl y el equilibrio entre pasado y futuro abre una ventana hacia el lado más personal del alcalde, donde sus pasiones y gustos nos revelan más sobre su carácter y visión de la vida.

Entre ellas, destaca su admiración por el toque de Hamlet en El Rey León, obra que nos muestra con gran claridad las tensiones, los conflictos de poder y la búsqueda de equilibrio, siendo una lección sobre liderazgo y redención que, aunque esté representada por animales, tiene un mensaje universal sobre cómo nuestras decisiones nos transforman.

También confiesa ser un oyente de la música ranchera, banda y norteña, géneros que para él representan la esencia de la cultura mexicana. 

Además de ser un apasionado de la oratoria, se dice seguidor fiel de los Xolos de Tijuana y entusiasta del boxeo, ponderando que en el deporte siempre hay una forma de aprendizaje constante, donde la disciplina y el esfuerzo siempre encuentran recompensa.

Al concluir nuestra conversación, el alcalde reflexiona sobre su papel en la historia de Tijuana. 

“Todos enfrentamos momentos complejos, pero lo importante es no detenerse. Rodearse de un equipo comprometido y confiar en tus decisiones es clave para lograr resultados. Nada nos puede o debe obstaculizar. Tijuana tiene un potencial inmenso y, con el esfuerzo de todos, podemos convertirla en un modelo de desarrollo y bienestar.”

Ismael Burgueño se levanta de su asiento, su postura es firme y su mirada decidida. La luz que entra por los ventanales parece simbolizar la esperanza que quiere llevar a cada rincón de esta frontera. 

Se despide de todos los presentes con la firmeza de quien carga el peso de una ciudad en sus hombros. Su equipo confirma que lo espera una junta crucial, donde se buscarán soluciones tangibles para los desafíos de Tijuana, retos que él, afirma, está decidido a enfrentar con precisión y propósito.

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