El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo promueve la prevención de los accidentes y las enfermedades profesionales en todo el mundo, buscando potenciar el diálogo social hacia una cultura de la seguridad y la salud.
Durante la pandemia de COVID-19 comprendimos que contar con un sistema de seguridad y salud en el trabajo (SST) es decisivo para proteger entornos y salvaguardar la seguridad y salud de los trabajadores.
El diálogo entre gobiernos y entidades sociales no sólo contribuye a mejorar las políticas y estrategias en materia de SST, sino que también es esencial para fomentar la apropiación y el compromiso, facilitando el camino para su rápida y más eficaz puesta en práctica.
En el lugar de trabajo, una cultura de SST sólida e inclusiva es aquella en la que, tanto la dirección como los trabajadores, valoran y promueven el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable.
De esta forma, los trabajadores se sienten cómodos planteando preocupaciones sobre posibles riesgos o peligros y la dirección colabora con ellos para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles.
Sin embargo, para lograr que sea posible, es necesario establecer una comunicación abierta y un diálogo basado en la confianza y respeto mutuo.
Mientras seguimos enfrentando a continuos riesgos en materia de SST, debemos avanzar en la construcción de una cultura de seguridad y salud sólida a todos los niveles.
Apenasen 2003, la Organización Internacional del Trabajo empezó a celebrar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Tras ser instaurada dicha fecha, cada uno de nosotros es responsable de frenar muertes y lesiones en el trabajo. Los gobiernos deben proporcionar la infraestructura (leyes y servicios) necesaria para garantizar que los trabajadores sigan siendo empleados y que las empresas prosperen.
Esto incluye el desarrollo de programas, un sistema de inspección para hacer cumplir la legislación, así como política de seguridad y salud en el trabajo.
Como empleadores, somos responsables de garantizar que el entorno de trabajo sea seguro y saludable, mientras que como trabajadores tenemos la responsabilidad de laborar de manera segura y protegernos y no poner en peligro a otros, conociendo nuestros derechos y participar en la implementación de medidas preventivas.
Riesgos emergentes en el trabajo
La pandemia fue uno de los ejemplos más palpables de la necesidad de adaptar los SST a los nuevos riesgos emergentes. Los riesgos del trabajo nuevos y emergentes pueden ser provocados por la innovación técnica o por el cambio social u organizativo, por ejemplo:
- Nuevas tecnologías y procesos de producción. Tal es el caso de campos como la nanotecnología o la biotecnología.
- Nuevas condiciones de trabajo, por ejemplo, mayores cargas de trabajo, intensificación del trabajo a raíz de los recortes de plantilla, malas condiciones asociadas con la migración por motivos de trabajo, trabajos en la economía informal.
- Nuevas formas de empleo, por ejemplo, el empleo independiente, la subcontratación o los contratos temporales.
Estos riesgos pueden gozar de un reconocimiento más amplio a través de una mejor comprensión científica, por ejemplo, los efectos de los riesgos ergonómicos en los trastornos del sistema osteomuscular.
Al final, la protección de la salud y la vida en el trabajo debe asumirse como un derecho humano fundamental, por lo que un trabajo decente implica un trabajo seguro.
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