Por: Alejandro Arregui Ibarra, Secretario del Trabajo y Previsión Social de Baja California
En Baja California, somos un Estado privilegiado: nuestra ubicación fronteriza, nuestra conexión con los principales mercados del mundo, nuestra diversidad cultural y nuestro espíritu emprendedor nos han convertido en una potencia productiva que trasciende fronteras. Aquí se trabaja con la mirada puesta en el futuro.
Como secretario del Trabajo y Previsión Social, puedo decir con plena certeza que Baja California es mucho más que una entidad económica activa: es un ecosistema de oportunidades. En este territorio, cada trabajador, cada trabajadora, se nutre de una tierra generosa en recursos, en innovación y en apertura al cambio.
Somos frontera, sí. Pero no una frontera de división: una frontera de encuentro, de intercambio, de posibilidades. Nuestra ubicación estratégica nos permite estar al centro de las cadenas globales de valor. Desde Tijuana hasta Mexicali, desde Tecate y Ensenada hasta San Quintín, lo que aquí se produce, se exporta, se transforma. Lo que aquí se trabaja, se reconoce en todo el mundo.
Esa ventaja geográfica se ha sabido aprovechar gracias a lo más valioso que tenemos: nuestra gente.
Porque en la Baja se trabaja con talento, con determinación, con creatividad. Aquí, el trabajo es una herramienta de movilidad social y una vía para construir comunidad.
Nuestros parques industriales, nuestras universidades, nuestros centros de innovación y nuestras zonas agrícolas son testigos cotidianos del dinamismo bajacaliforniano. Lo que aquí se fabrica, se cultiva o se diseña, lleva impresa la marca del esfuerzo colectivo de quienes creen en su Estado y lo hacen crecer.
Hoy, Baja California destaca a nivel nacional como uno de los principales generadores de empleo, con una de las tasas de desempleo más bajas del país. Pero detrás de estos logros no hay fórmulas mágicas: hay políticas públicas serias, inversión responsable, certeza jurídica y, sobre todo, hay confianza en la capacidad de nuestra gente.
Desde la Secretaría del Trabajo, bajo la visión de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, impulsamos una política laboral centrada en el humanismo. Apostamos por un modelo donde el trabajo no se mida sólo en productividad, sino en bienestar. En salud mental. En desarrollo humano. En plenitud.
Por eso decimos con orgullo que en la Baja se trabaja.
Porque el trabajo aquí no es una carga: es una oportunidad. Es una herencia de generaciones que han sabido forjar futuro en medio de los retos. Es una cultura de esfuerzo que se vive desde el campo hasta la maquila, desde el taller artesanal hasta la empresa de alta tecnología. Aquí, el trabajo es motivo de orgullo.
Aquí, el trabajo deja huella. Aquí, cada historia de superación laboral es parte de una narrativa más grande: la de un Estado que no se detiene, que lidera, que se transforma.
Porque en Baja California no sólo se trabaja… Se construye el futuro. Se inspira al país. Se mueve el mundo.
Desde la Secretaría del Trabajo, seguiremos honrando y protegiendo cada historia de esfuerzo.
Porque si algo nos define, es que aquí, en la Baja… se trabaja.
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