Asume Roberto Lyle Fritch su cargo como nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Ante un panorama económico complejo el empresario ensenadense abandera la agendada de iniciativas en pro de esta frontera.
“La única forma de hacer un gran trabajo es que te guste lo que haces”, la frase del cofundador de Apple Steve Jobs parece ser simple, pero en ella radica una verdad que muchos aprovecharon para dar paso al crecimiento no solo económico, sino también como líderes.
En esa dirección y como parte de nuestra edición de marzo 2025, el empresario y nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Roberto Lyle Fritch abre espacio al diálogo.
Gustoso de participar de los organismos empresariales desde hace más de 30 años, su paso por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, posteriormente Coparmex y el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana (CDT) son muestra de su involucrar por regresar un grano de arena a la ciudad fronteriza.
En la creación de sinergías
Como cabeza representante de los 17 organismos empresariales de los sectores productivos de la economía de la región, el buscar la estabilidad comercial el primordial en el comienzo de su mandato.
“Tenemos que buscar la manera de fortalecer nuestro Estado y sobre todo el mercado interno, conjuntamente con el gobierno desarrollar cadenas productivas en sectores estratégicos, de la mano para defender nuestros mercados y explorar las alternativas que nos vamos a fijar. Que haya financiamiento para las empresas, porque viene tiempos difíciles y necesitamos recursos y liquides para hacer frente a la situación”, declara Roberto Lyle Fritch a CAMPESTRE MEDIA.
Con esa determinación y experiencia que le han dejado los años el contador público apunta a estrategias claras.
“La tarea del gobierno también tiene que simplificar la digitalización de trámites, ser menos burócratas en los permisos y tratar de impulsar sectores de tecnología y servicios creando nuevos modelos digitales en temas de software y data center, hay mucho qué hacer, pero estamos impulsados a hacer las cosas favorables”, señala.
La destreza de un empresario
Director de Grupo Lyle Seguridad Electrónica y Privada, involucrado en el ramo hotelero, de entretenimiento y gastronómico, desde joven, Roberto Lyle Fritch siempre tuvo la idea de convertirse en un líder empresarial.
Como el sexto de 10 hijos, la tarea de sobresalir no era fácil, pero fue su visión y formación lo que lo llevó a figurar en los negocios.
“Mi objetivo era empezar a trabajar desde joven en uno de los despachos de contadores públicos más grandes del mundo, Arthur Andersen. Tenía la iniciativa de ser empresario, pero para hacerlo hay que prepararse, unos salen natos y otros nos preparamos. Tenemos que tener esa visión de ideas, porque así han nacido mis empresas, por ideas que salen en el camino y se desarrollan, es como realmente hemos crecido”, comparte.
Después de estar viajando por las ciudades del país como auditor en el sector hotelero, Lyle Frtich encontró en Tijuana la oportunidad de hacer sus pininos como empresario.
“Estar cerca de la frontera, en un lugar estratégico dio lugar al nearshoring, sobre todo tener productos más económicos que en Estados Unidos. Tijuana fue creciendo de una manera acelerada, y realmente hoy en día empezamos a ver un proliferación vertical y dinámico que apuntaron a una ciudad cosmopolita, de apostar sus capitales a todos estos desarrollos”, agrega.
Carta de amor al Valle de Guadalupe
A medida que avanza la charla la reflexión llegó para el empresario originario del puerto de Ensenada.
“La vida es corta”, menciona Lyle Fritch al recordar a su padre. Sobre ese pensamiento viene a él el recuerdo de ocuparse de hacer algo que trascienda en la unidad y en esparcimiento familiar. Esa misma sagacidad por los negocios lo llevó a interesarse por el Valle de Guadalupe, tierra con la cual entabló gran relación.
“Hace veintidós años era muy económico, compre mis primeras cuatro hectáreas. Siempre iba a las fiestas de vendimia. Cuando llegué al Valle nunca pensé en hacer hoteles, restaurantes, un anfiteatro para espectáculos, nada de eso estaba en mis objetivos. Mi objetivo era netamente familiar, convivencia y estar con mis hijos el fin de semana.
Mis hijos aman el Valle, el rancho y ahí mismo vivimos y trabajamos en esos desarrollos”, recuerda.
Para el contador público la tarea de involucrar a los hijos en las empresas es una decisión impulsada desde el ojo paterno, ejemplo que llevó a cabo.
“Venimos de una familia grande y desde ahí nacen los valores, con el ejemplo de los padres. Y de alguna manera esos valores los adoptas para tu formación, es lo que he inculcado a mis hijos, humildad, sencillez, ayudar al prójimo y ser un ejemplo para los demás”, expresa.
Detrás del traje como empresario y presidente del CCE existe un hombre al que la equitación representa otra de sus aficiones, así como disfrutar de las caminatas en el campo.
“Lo disfruto, hacer cabalgatas, bajar a saludar a mis amigos vinicultores y disfrutar un buen vino. Decía mi papá, ‘cuando quieras conocer a un amigo tienes que invitarle una botella de vino’, y de ahí sale una buena charla, amistad y hasta ideas en negocios. Esa es mi pasión”, indica.
Finalmente, como consejo a la nueva generación de empresarios con los cuales ha tenido la oportunidad de establecer el diálogo, Roberto Lyle Fritch comparte que las ideas en las áreas de oportunidad son la raíz de todo buen negocio.
“A los jóvenes les digo aviéntense, hay programas de emprendedores y de financiamiento para tocar puertas. Es de tocar puertas y hacerse, por eso los invito a que se involucren en los temas, cursos y reunidos de los distintos organismo, y el futuro, desarrollar mayores empresarios”, concluye.
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