Forjando su propio proceso hacia la internalización, la cantautora se mantiene firme como una de las voces femeninas más prósperas y de mayor talento en la escena nacional en busca de la consolidación artística.
Por: Víctor Delgado
Reconocida por Billboard como promesa de la música en 2020, Adriana Ríos marcha constante en la industrial bajo la premisa de colocar su nombre dentro de la lista de artistas referentes de su género, dejando atrás el ser una cara nueva para convertirse en figura de renombre que inspire a próximas generaciones de cantantes mujeres a sumarse a la música mexicana.
Oriunda de Guadalajara, Jalisco, pero radicando en Tijuana desde hace 28 años, Ríos resalta su orgullo como bajacaliforniana portando la bandera en sus conciertos; a la par de compartir su talento como oradora de la composición tradicional, aquella que recuerdan a Chavela Vargas, Rocío Dúrcal, Juan Gabriel, y otros gigantes de la escena.
Con 13 años dedicados al profesionalismo del oficio la cantautora habla de su paso musical hasta el día de hoy.
“Desde chica mi papá siempre me inculcó el canto, pero nunca se enfocaron en que me dedicara a la música, siempre fue el tema de los estudios, pero como jobi el canto. Mi abuelo tocaba en el Mariachi Vargas, pero lo supe ya de grande. Me fui a la Universidad de las Américas en Puebla por méritos deportivos, pero combinando lo que realmente me apasiona”, comparte la cantante en entrevista a CAMPESTRE.
Alentada por sus padres a seguir con sus estudios, Ríos resalta el haber llevado su gusto por la composición y el canto al siguiente nivel.
“Regresé a Tijuana para dedicarme de lleno a la música, afortunadamente me apoyaron. Cuando empecé a componer decidí lanzarme como solista, pero en regional mexicano, porque precisamente crecí con la música de Lola Beltrán, Juan Gabriel, Rocío Dúrcal y Javier Solís, son mis raíces. Divido en dos etapas mi paso por la industria, la etapa de preparación, afinarme en mis letras; Y mi etapa como profesional firmada por una disquera”, expresa la cantante de “La lotería”.
• RETOS COMO CANTAUTORA •
El “picar piedra” es una constante en el ámbito artístico, para Adriana, solo ha sido un escalón más en su ascenso.
“Es difícil generarte credibilidad, porque no puedes llegar de la nada y decir que cantas. Tienes que sentarte, ser empresaria y astuta. Como todos, me he tropezado y me han cerrado puertas, o piensan que no eres talentosa, pero nunca hay que dejar de perseguir las metas. Afortunadamente seguimos demostrando que las artistas mexicanas se establecen como punta de lanza en talento, yo enseño mis canciones como compositora y me pongo a tocar la guitarra, estamos imponiendo un nuevo ejercicio en la música”, señala.
“Es enfrentarte a que te respeten artísticamente, tanto en la industria, otros medios, ganarte la confianza de tu equipo, enamorar a las personas que trabajan contigo, en tu proyecto, eso es lo más valioso. Afortunadamente la veracidad a estado a mi favor, lo que hago como mujer en el regional es bueno, y precisamente fue así como se dio la colaboración con Ana Barbara, y se han abierto otras colaboraciones con diferentes artistas”, agrega la estrella tijuanense.
• LA FRONTERA COMO INSPIRACIÓN DE SU MÚSICA •
Para Ríos, la ciudad ha sido importante para desarrollo artístico y multicultural. “Las influencias que tenemos nutren el tema creativo para desarrollar muchas cosas, tenemos sonidos que vienen de Estados Unidos, norteño, mariachi, y otros matices. Sigo aprendiendo de Tijuana, de su gente, cultura y formas de percibir la vida”, reflexiona.
“Soy dominante en la propuesta de temáticas, y el conocer mi entorno me ha servido para sumar a mis canciones. Como artistas debemos conocer dónde estamos parados y hacia dónde nos dirigimos, en ese sentido, el ser una mujer dentro de una industria rodeada de hombres me ha alentado a hacer las cosas diferentes, hay empoderamiento en muchos sectores, y la música forma parte crucial para que más voces se sumen”, subraya Adriana.
Ser valiente en sus decisiones ha llevado a la estrella del regional a direccionar su carrera por buen camino, sin olvidarse de la etiqueta de mujer de negocios.
“Busqué un diplomado de Music Business para entender el tema administrativo y saber cómo se maneja la industria. Estudié Teoría Musical, vas aprendiendo sobre la marcha y conforme te relacionas, ese sería mi principal consejo, hacer relaciones públicas te abre muchas puertas”, añade.
A manera de conclusión, Ríos declara sentirse en buena etapa, abonando a su proyecto tanto fuera como dentro de lo profesional, sin encasillarse en ser meramente una cantante de regional, sino abrirse en otros ámbitos que conecten son su esencia y talento femenino.
“Voy consolidando mi nombre y espero ser apoyo para otras artistas, tanto locales como en otros estados de México, elevar la escena”.
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