Por: Gerardo Salas
Gracias a la movilización y exigencias de miles de mexicanos obreros organizados se han obtenido importantísimos logros. Nuestra Constitución de 1917 fue la primera a nivel mundial en que se consideraran derechos como la huelga y la organización obrera, incluso, se dice, esto fue inspiración para la conformación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El alma de la protección laboral recayó, y lo sigue haciendo, en el Artículo 123 constitucional, que en su primer párrafo menciona: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil”.
En el presente siglo la disputa por las condiciones obrero – patronales sigue siendo tema. Los aumentos al salario mínimo han sido proporcionalmente muy superiores a los periodos anteriores. Y en estos días se encuentran en análisis legislativo dos reformas que fortalecerán aún más al obrero mexicano.
La primera busca modificar dos artículos la Ley Federal del Trabajo establecer que los trabajadores que tengan más de un año de labores podrán disfrutar de por lo menos 12 días laborables, y que aumentará en dos días laborables periódicamente, hasta llegar a veinte, por cada año subsecuente de servicios.
A partir del sexto año, el periodo de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de labores. Adicionalmente se busca reformar la Constitución, específicamente el artículo 123, para establecer una jornada laboral máxima de 8 a 7 horas por día, sin ver afectado los ingresos percibidos.
El informe “Is paid annual leave available to workers?”, realizado por World Policy Analysis Center en 2021, muestra a nuestro país está al fondo de la tabla por sus 6 días de vacaciones por primer año laborado. Solo Filipinas y China ofrecen una menor cantidad a su fuerza laboral.
Por lo que ya no les sorprendería si te comento que nuestro país es el que ofrece menos días vacacionales de América Latina, y que, en términos de horas laboradas, México es la nación de la OCDE que más tiempo destina a el trabajo; en promedio trabaja un 23% que el resto bajo condiciones inferiores. Un mexicano destina 2,124 horas de su año a trabajar, mientras que un francés solo 1,402 y un alemán 1,332.
A consecuencia de lo anterior, nuestro país a nivel mundial es aquel en el que las personas trabajadoras sufren mayor estrés laboral, se estima que más de la mitad de los trabajadores padecen.
La discusión de ambas reformas se encuentra en el poder legislativo, pero no dudo que logren ver la luz muy pronto, lo que significará un avance más para un sector que merecidamente ha luchado por condiciones más dignas.
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