Por: José Santiago Healy
Un testamento bien elaborado y realizado bajo las leyes vigentes facilitará que la voluntad del testador se cumpla cabalmente.
Por el contrario, un testamento incompleto puede generar un caos que llega al extremo de acabar con el patrimonio a repartir y de paso destruir la unidad familiar. De inicio el testador debe elegir el testamento más adecuado con base a sus necesidades y a los bienes a heredar; si su patrimonio es grande y muchos los herederos se aconseja acudir con un notario de experiencia.
Con la pandemia se puso de moda escribir de puño y letra el testamento, lo que también es válido siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos, como la firma de testigos y una redacción clara y detallada de los bienes a heredar.
Un error muy común es cuando el testador no toma en cuenta su estatus marital y hereda bienes que son también propiedad de su esposa o incluso de su exmujer. También ocurre a la hora de heredar acciones de empresas sin considerar las restricciones que podrían existir en el acta constitutiva o en acuerdos tomados por los socios. Otra falla grave consiste en nombrar varios albaceas sin especificar sus funciones.
Asimismo, es trascendental considerar cuáles son los impuestos a pagar de acuerdo a los bienes heredados, en ocasiones puede resultar menos gravoso donar los bienes en vida y mantener al donador como usufructuario.
Quienes tienen propiedades e inversiones en el extranjero es muy importante revisar las leyes de los países, en Estados Unidos un mexicano deberá pagar al morir hasta un 40 por ciento del valor de sus bienes raíces.
Un aspecto clave a la hora de redactar el testamento es investigar los costos en abogados y trámites legales. Infinidad de herencias tardan años y años en adjudicarse por falta de recursos y complicaciones de las leyes mexicanas.
Finalmente, hay que mencionar el punto más delicado a la hora de escribir un testamento, como es definir a los herederos y bienes a repartir.
Un error muy común es repartir el patrimonio entre los hijos en partes iguales sin considerar que algunos hijos son más capaces que otros y que podrían tener más méritos para trabajar la empresa o los bienes heredados.
En fin, las opciones de testamentos son infinitas, lo que se busca es un traje a la medida con base a las circunstancias y los deseos del testador.
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