By Por: Paco Palani Rouvroy / Escritor y empresario
Las generaciones van y vienen, pero nuestro valle sigue ahí, como guardián del pasado que sabe cómo recibir el futuro.
El vino es una vía para transformar realidades y traspasar fronteras, y, sin lugar a dudas, es el hilo conductor de la evolución social. Permítanme compartir un pensamiento que refleja fielmente lo que acabo de expresar.
«Los pueblos del Mediterráneo empezaron a emerger del barbarismo cuando aprendieron a cultivar olivos y vides».
La tradición de la vinicultura emergió en Europa y fue aún más sólida con la expansión del Imperio Romano en todo el Mediterráneo, cuando se establecieron la mayoría de regiones productoras de vino que todavía existen hoy en día.
¡Increíble! En ese entonces, la producción del vino era una labor precisa que favoreció el desarrollo de distintas variedades de uva y técnicas de cultivo; no olvidemos que estamos hablando de hace mucho, mucho tiempo.
Por ello, uno de los datos más interesantes sobre el vino es que…
El vino más antiguo del mundo aún existente es el «Speyer Wine Bottle», una botella de vino blanco que data del año 325
d.C. y se encuentra en una bodega en Alemania. Esta botella es considerada la más antigua del mundo y aún contiene vino.
¡Imagina beber un vino que tiene más de 1,700 años de antigüedad! El clima de los dioses, el mediterráneo…
Si algún lugar del mundo puede ser llamado con propiedad el jardín de Dionisos ésta es la región mediterránea.
Porque es en la zona oriental y el clima de este mundo donde nace y arraiga con fuerza la vid y la cultura del vino, el mito y la realidad, aquella civilización que se identifica con la trilogía vegetal del trigo, el olivo y la vid.
Después aparecieron las barricas para el almacenaje y su transporte, se utilizaron las botellas por primera vez, e incluso se desarrolló un sistema de denominación rudimentario a medida que ciertas regiones ganaban buena reputación por su magnífico vino.
A medida que se refinó la producción de vino, aumentó su popularidad y las tabernas de ese entonces, se convirtieron en una característica común en las ciudades de todo el Imperio en donde servían no necesariamente los mejores vinos.
UN GOLPE DE CALIDAD
En el tiempo, el arte del vino se extendió por Francia, España, Alemania y partes de Gran Bretaña. ¿SABÍAS QUE ? El vino era considerado una parte importante de la dieta diaria y la gente empezó a preferir vinos fuertes y más pesados, desde ese entonces se le considera alimento.
Algo que me gustaría compartirles es que hoy en día nuestra región, a pesar de ser tan pequeña en cuanto a extensión comparándonos con comunidades milenarias, nos obligó naturalmente a fijarnos más en la calidad y no en la cantidad.
En los últimos 150 años, las prácticas en la producción del vino han vivido una revolución total como arte y ciencia. Con el acceso a la refrigeración, las bodegas han podido controlar más fácilmente la temperatura del proceso de fermentación y producir vinos de alta calidad en climas cálidos, eso nos permite una exportación de mucha más calidad.
Un amante a la vez
La próxima ocasión que te degustes una copa de vino, déjate llevar al exquisito pasado para que inicies la reconciliación de tu presente.
«El vino, como el amor, es un viaje a través del tiempo. Cada sorbo, una página de historia. Cada aroma, un recuerdo. Cada sabor, una emoción. Al igual que el amor, el vino necesita tiempo para madurar, para desarrollar su complejidad y profundidad. Y cuando se bebe, puede transportarnos a momentos y lugares olvidados. La historia del vino es la historia del amor y la pasión de aquellos que lo crearon. La dedicación y el cuidado que se pone en cada cepa, cada vendimia y cada botella. Y cuando compartimos un vino con alguien especial, estamos compartiendo una experiencia única, un momento de conexión y amor. Así que brindemos por el amor y el vino, dos cosas que nos hacen sentir vivos y nos conectan con nuestra historia y nuestros seres amados.»
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