Luis Lutteroth: una fuente de felicidad

El socio fundador de Grupo AFAL y actual coordinador del World Design Capital acumula más de 15 años apoyando a su ciudad desde la iniciativa privada.

“Mi meta es ser una fuente de felicidad para la gente que me rodea. Cuando me muera quiero que digan, «este compa tuvo un impacto positivo en su sociedad»”, así lo expresa, entre risas, el socio fundador de Grupo AFAL y actual coordinador del World Design Capital Tijuana-San Diego 2023 en el Ayuntamiento de Tijuana, Luis Lutteroth Del Riego.

También conocido como “Wicho” por sus amigos cercanos, es arquitecto de profesión. Asimismo, lleva 5 años practicando artes marciales mixtas con el instructor Eddie Mapula, con quien cada mañana entrena unas horas antes de dirigirse a sus oficinas, ya sea algunos días en Grupo AFAL o en CDT.

Lutteroth Del Riego es nacido en Hermosillo, Sonora, y realizó sus estudios en Ciudad de México, trabajando para nueve firmas de arquitectos. Después, obtuvo una importante oferta laboral en Tapachula, Chiapas, siendo el lugar en el que conoció a la mujer con la que este diciembre cumple 40 años de casado.

A pesar de tener una extensa experiencia y haber vivido una temporada en San Diego, Lutteroth Del Riego reconoce tener un especial aprecio por Tijuana, ciudad que eligió para echar raíces.

“Tijuana me parece una ciudad dinámica, viva. Claro que tiene unos retos tremendos, todas las ciudades fronterizas son así, pero aquí hay un gran crecimiento con poca planeación. Hay que enderezar la carreta para que nuestros hijos y nietos tengan un mejor futuro”, reconoce.

El empresario actualmente es vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Baja California y cónsul honorario de Japón en Baja California. Con respecto a Grupo AFAL, éste se enfoca en la industria restaurantera, inmobiliaria y en espectáculos deportivos. Entre sus marcas se encuentra Carl’s Jr. (con más de 93 sucursales), Café 57, el restaurante Sal de Jade y la innovadora Fast Good del restaurante Wild Cypress.

Cabe destacar que por medio de esta empresa es que comienzan a participar en el desarrollo social con la Asociación Familia Lutteroth, hace ya más de 15 años. “Primero te empiezan a pedir apoyo; orfanatorios, clubes, eventos, etcétera. Comienzan luego a seleccionar a qué causas podemos ayudar, nosotros escogimos educación y alimentación”, indica.

“La vida me ha dejado aplicar lo que sé que me hace feliz. Tengo la base familiar. La honestidad, el trabajo, y que después de siete años de tener mis ideas en un papel, ya las estoy creando”, explica.

Mientras conversamos, el empresario toma su café tranquilamente. Entre sorbos, afirma que debe su admiración al arquitecto Augusto Álvarez; y como persona, a su padre, don Héctor Lutteroth Camou. “Todavía encuentro gente que dice que mi papá los ayudó en un equipo de basquetbol, o fue padrino de la Universidad y pagó la fiesta. Estaba muy metido en la educación, fue presidente del consejo directivo del CECUT, junto a otros empresarios trajo a los maristas; su honestidad y corazón le abrían las puertas”, recuerda Lutteroth.

Además, el arquitecto reconoce en Tijuana diversos retos que deben ser atendidos junto con sociedad y gobierno. Señala estar feliz de abordarlos desde el diseño.

“El primer reto que nosotros pedimos al gobierno es darle seguridad a la ciudadanía. Segundo, toda nuestra infraestructura. Las tuberías tienen 60 años y esta administración ha enfrentado los problemas derivados de ello, pero es una mala atención durante muchísimos años. La movilidad, no se hizo tráfico en un día”.

“Si yo tiro una taza, se rompe con una sola acción. Pero para arreglarla tengo que diseñar, tener dinero para armar el proyecto. Así es la movilidad, hay acciones a corto, largo y mediano plazo. Luego hay que hacer un plan que necesita acciones y resultados”, indica el arquitecto, quien ve parte de la solución en mejorar las condiciones del transporte público.

Antes de despedirse, comparte a los lectores de CAMPESTRE, sus claves para el éxito. “Tener metas, saber qué es lo que quieres en la vida, entender que también es dinámico según vas madurando puedes fortalecer esa misión. Segundo tener resiliencia y tercero la honestidad. Así no tienes que recordar tus mentiras. (…) Es esencial ser exitoso, porque si no lo eres, quizás no te vuelvan a considerar en futuras oportunidades”, comenta, Luis Lutteroth antes de darle un último sorbo a su café para despedirse entre risas. La risa de alguien que construye una fuente de felicidad.