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Los jóvenes seremos la diferencia

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Imaginemos que habitas junto a un grupo de personas en un determinado lugar donde cuentan con naranjo que da sólo un jugoso fruto cada tres años, por lo que decidir su futuro resulta de suma importancia.

En esa ocasión han alzado la mano 11 personas deseosas de obtener la naranja. Para lograr su cometido buscan convencer mediante diversas promesas: Uno menciona que realizara jugo con ella, otro propone lo mismo añadiéndole que repartirá extracto para todos, hay unos que ven conveniente venderla o intercambiarla por otro producto en una población cercana, otro promete sembrar  las semillas para obtener más de una naranja e incluso hay quienes prometen tirar el fruto por considerarlo podrido.

Entre los habitantes no todos piensan homogéneamente, pero si tienen el mismo derecho sobre la naranja. Así es que como cada trienio de forma individual deberán manifestar su apoyo hacia una de las opciones, quien tenga más simpatizantes resultara ser acreedor al total de la naranja siendo así líder del grupo por 3 años.

El mecanismo es relativamente simple, pero al ser 11 los interesados en tener el control sobre la naranja por lo que la diferencia entre quien obtenga el mayor cantidad de apoyo y el resto sera mínima incluso posiblemente no se podría percibir.

Pocas, muy pocas veces la naranja ha tenido un fin benéfico para los pobladores del lugar por lo que hay quienes no creen realmente que haya quien le de buen uso llegando a decidir no involucrarse en tan importante decisión.

Aunque todas de las 11 opciones aparentan tener fines honestos sus promesas solo son eso. Y es que entre los once hay quienes pertenecen a grupos que le han dado fines benéficos par así mismo a tal fruto pero con tal de obtenerlo lanzan discursos que engañan a los mas despistados

El destino de esa población depende en gran medida del fin que se le dé al fruto de su naranjo.

Esto es justo lo que sucede en nuestra ciudad. Estamos en año electoral, al finalizarlo tendremos un nuevo alcalde que resultara ser uno de los 11 contendientes. Aunque hay un grupo de 4 favoritos la elección sigue estando cerrada.

Como comenté en un aporte anterior la clave para tener un alcalde que realmente vea por los intereses de la ciudad resulta la participación ciudadana, pero siendo mas específicos el voto informado es el que deberá ser el protagonista.

De los errores hay que aprender así como de las acciones del pasado hay que sustentar las promesas del presente.

Los jóvenes de esta generación vivimos en una era donde la información está al alcance de quien la desee además la veracidad de esta se puede corroborar por la existencia de distintas fuentes, somos nosotros los que en nuestras venas corren los ánimos  de justicia, de progreso, de cambio.

La apatia se ha caracterizado entre quienes somos millennials pero de no continuar con este mal, y es que olamente en nuestra ciudad representamos alrededor del 30% de quienes podemos salir a votar en junio. Hemos demostrado ser factor en distintas tomas de decisiones cuando actuamos, sobre todo al hacerlo en conjunto.

Durante el periodo de campaña exijamos que tengan propuestas para los de nuestra generación, no deben encasillarnos como un segmento mas de la población pero tampoco vernos solamente como sinónimo de educación y deporte. Somos un grupo de población complejo como lo es su conjunto, tenemos distintas necesidades que deben ser atendidas no por acto de banalidad, sino porque necesitamos herramientas para poder aportar al progreso.

Alla a fuera hay grupos que no desean perder el control de la naranja, ni menos compartir su jugo. Entendamos que sólo son minorías que aparentan ser gigantes.

En una elección tan cerrada como la que viviremos somos nosotros los jóvenes quienes tenemos la obligación moral de no cometer los errores de generaciones anteriores.

Informemos, opinemos, razonemos pero sobre todo participemos. Tijuana nos necesita.

 

Por Gerardo Salas.

// El autor es coordinador de Juventudes Progresistas Baja California y ex presidente de la comisión estudiantil del Colegio nacional de licenciados en administración Tijuana.

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