By Baja California, esa tierra mágica a la que todos amamos, está a escasos días de que su segunda alternancia sea oficial. A partir del 16 de enero de 1952, cuando se publicó el decreto expedido por Miguel Alemán y aprobado por el Congreso de la Unión el 31 de diciembre del año anterior, el cual reformaba los artículos 43 y 45 Constitucionales, mediante los cuales el Territorio Norte de la Baja California se integraba como el estado número 29 de la República Mexicana. A lo largo de 67 años de historia, los que aquí habitan sólo han conocido dos formas de gobernar, la del PRI, el otrora poderoso partido oficial; y la de Acción Nacional, ese que representó la esperanza de un cambio, y que en 30 años nadie había podido derrotar.
La primera alternancia ocurrió en el año de 1989, de la mano de Ernesto Ruffo Appel. De esto dan cuenta testimonios de quienes, de manera directa o indirecta, fueron testigos de ese histórico suceso, como Don Francisco Ortiz Pinchetti, un periodista de los de peso en aquella época, que dio cobertura a la transición y en una de sus colaboraciones relató de manera magistral lo ocurrido en ese proceso donde los bajacalifornianos, se ponían en el mapa nacional como los primeros que decidieron decir no al continuismo y dieron paso a una nueva forma de gobernar.
Hoy a más de 10 mil días transcurridos, es el PAN, quien llora la derrota, pues el invitado inesperado los expulsó de los ayuntamientos, y prácticamente extinguió su presencia en el Congreso del Estado. Eso sí, con la participación de muchos actores surgidos de los partidos hoy desplazados.
Para el blanquiazul no será fácil regresar al poder que el pueblo les confirió aquel 2 de julio de 1989, cuando el PAN ganó la gubernatura, nueve de las quince diputaciones de mayoría en el Congreso estatal y dos de las cuatro presidencias municipales de la entidad, las de Tijuana y Ensenada.
En la actualidad tenemos un municipio más y dos distritos adicionales a los que existían en aquella época y que conformaron la XIII Legislatura. En aquella ocasión el PRI perdió nueve de los quince distritos conservando sólo seis. En este 2019 el PAN perdió los distritos en su poder, quedando con una representación de solo tres diputados, además de ceder el poder en las cinco presidencias municipales. Una verdadera catástrofe.
Y será precisamente en la presidencia de esta Legislatura, donde la historia le dará la oportunidad de tomarle protesta al Ingeniero Jaime Bonilla Valdez, quien se ha convertido en el gran actor y el 1 de noviembre habrá de rendir protesta como el primer gobernador nacido en Baja California, y quien además tendrá el reconocimiento por haber logrado vencer a quienes ostentaron el poder a lo largo de tres décadas.
La mesa está servida, ya se instaló la nueva legislatura, ya protestaron al cargo los cinco presidentes municipales y la cereza en el pastel del cambio de poderes será la asunción de Bonilla Valdez, quien seguramente lo hará con un fuerte respaldo popular, abarrotando algún lugar histórico de la entidad, y deberá ser con tal intensidad y magnitud que supere aquel miércoles 01 de noviembre de 1989.
En esta ocasión el asiento del exgobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, no lucirá vacío, seguramente estará ahí en primera fila, en ese lugar que debió estar aquel día, donde el presidencialismo dominante le negó su presencia. Hoy el Señor de la X, o Xico como sus amigos acostumbran llamarle, estará presente para atestiguar la toma de protesta de su gran amigo.
Estos hechos nos demuestran que la historia política de la entidad, ha tenido grandes episodios, y en esta segunda alternancia convertida en cambio de régimen, hay muchas similitudes, como también hay diferencias, tenemos desde actores que hoy consagran una lucha de años, como también hay quienes viven el dolor de la derrota, pero como dice el dicho en política nadie muere para siempre. Esperemos que estas esperanzas renovadas que trae consigo la transición, se traduzcan en bienestar, seguridad y desarrollo para todas las familias de Baja California, y en un mejor porvenir para las nuevas generaciones.
El autor es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California.
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