By Quien esto escribe le tocó palpar el cambio radical para bien que se gestó a raíz del inédito triunfo del tocayo Ernesto Ruffo como gobernador del estado por el PAN, en aquel inolvidable 1989, (para los nacidos después de los años 80s, el estado, como todo el país, era gobernado por personajes extraídos del PRI).
Los cambios, por definición, son buenos para cualquier organismo, y ya se vio, a pesar del desgaste que el PAN sufrió como partido, en sus 30 años que gobernó a este Estado, literalmente transformó, para bien a la entidad. Un ejemplo: antes del arribo de Ruffo, todos los sistemas del estado eran 90 por ciento manuales; se usaban archiveros, sistemas de posteo y máquinas de escribir; existía una computadora dinosáurica, central, para los cómputos de gobierno y la CESPT.
Pues bien, a sólo un año que entró Ruffo y su gestión, se incorporó tecnología de vanguardia. En aquel entonces las primeras micro computadoras IBM PC y compatibles y mini computadoras y los sistemas del estado y municipios incluyendo la CESPT, se actualizaron tecnológicamente y dieron un salto cuántico, alcanzando la modernización en todas la áreas claves del flamante gobierno, incluyendo el sistema de cobro de la Cespt con terminales portátiles, los algoritmos de tarifas de la CESPT y el sistema de placas, entre otros adelantos.
Paralelamente se invirtió en desarrollo de infraestructura vial y de edificios. El PAN, a pesar que se desgastó y varios políticos extraídos de este partido hicieron de las suyas, hizo una transformación y modernización profunda del estado para bien, pero ahora, en pleno siglo XXI y 30 años después, y que bueno, soplan otros vientos; viene otro partido con otras ideas y otros personajes a gobernar.
Ahora bien, lo pasado, pasado, hoy, hay un cambio profundo y repetimos, generalmente los cambios son buenos, traen nuevos aires, se oxigenan los organismos, hay nuevas ilusiones, hay nuevos bríos y ánimos y gobernarán personajes afiliados a MORENA; ¿qué nos deparará esto a nuestro estado?
Hay varios hechos que auguran buenos tiempos para nuestro estado; empezando porque el partido que ganó, encabezado por Jaime Bonilla, es el partido del Presidente de la República y eso es muy bueno, pues ya sabemos el perfil de gobernar el país, para bien o para mal, de AMLO: centralista y de regreso a los tiempos del PRI donde no se movía nada sino pasaba por la venia aprobatoria del presidente. Y más aún, Jaime Bonilla como persona y gobernador inminente, lleva una amistad muy de cerca con el presidente López Obrador.
Si este hecho se maneja bien, puede ser muy bueno para Baja California. Otro factor que incide a favor es la acertadísima designación de Mario Escobedo Carignan como próximo secretario de Desarrollo Económico y a quien además pondrán bajo su tutela otras ramas como Turismo, Pesca, y Desarrollo Sustentable; es decir, será un super secretario, como se está haciendo en otras partes del país ahora con AMLO.
Conocemos muy de cerca la trayectoria de Mario Escobedo. Estuvo varios años y paradójicamente con el PRI y luego en los gobiernos del PAN como funcionario de la Secretaría de Economía Federal con base en el estado.
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