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Dirigir en grande

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“Son 90 años de ir aprendiendo, indagando, picando piedra y también descubriendo y conociendo diferentes mundos”

Por: EUGENIO GENE CARRASCO

Nació en la ciudad de Tijuana, Baja California, en 1934. Fue hijo de migrantes italianos provenientes de la región de Trentino. Su padre fue el legendario Ángelo Cetto, cuya llegada a Baja California en la década de 1920 contribuyó a reactivar la producción del vino a escala industrial. El éxito de don Ángelo Cetto consistió en unir la producción de la vid en la región del Valle de Guadalupe con el consumo de vinos en Tijuana. Así, en 1937, de una manera visionaria creó bodegas Cetto.

“El vino debe ser correcto y fácil de beber”

Entre 1951 y 1963 la estafeta en la dirección del Grupo Cetto pasó a una segunda generación de la familia. Desde entonces Luis Agustín Cetto se encargó de modernizar y revolucionar la producción del vino en el Valle de Guadalupe. Para ello introdujo uvas de mejor calidad, además de que coincidió con la llegada de un joven pero talentoso enólogo italiano, Camilo Magoni, quien no tardó mucho en lograr la madurez necesaria para la elaboración de buenos vinos.

Lamentablemente en 1972, año en que por primera vez Vinos Cetto exportaba sus productos, murió su fundador don Ángelo Cetto.

Al frente de Bodegas Cetto, don Luis encabezó esta pujante evolución en la industria vitivinícola que en la década de 1970 provocó que se comenzarán a plantar miles de hectáreas en el Valle de Guadalupe. Durante esa época don Luis creó la Vinícola L.A. Cetto e incluso por el lapso de dos décadas hizo una exitosa asociación entre L.A. Cetto y Pedro Domecq.

“Siempre son bonitas las medallas, como dicen, para colgarlas en la pared; pero el juez que más nos interesa es el consumidor”

En 1981 don Luis Agustín Cetto tuvo como aliciente que a sus labores empresariales al frente de Grupo Cetto, se le incorporó en su apoyo el Lic. Luis Alberto Cetto, considerado un sucesor de tercera generación para esta familia.

Los frutos a tan arduo esfuerzo que fue pasando de generación en generación llegaron en 1985, cuando don Luis Agustín Cetto fue reconocido por CONCANACO como el “Empresario del Año” por sus logros en la exportación de vinos a países como Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Noruega, los Estados Unidos y Canadá.

Ya en la década de 1990 se tuvo la primera cosecha de Nebbiolo, con la que se convirtió don Luis Cetto en pionero en la producción de vinos mexicanos de “alta expresión”. En esa misma década, Vinos Cetto figuró en concursos internacionales, catas finas, ferias, festivales y exposiciones, iniciando así un brillante prestigio respaldado por una larga lista de reconocimientos, premios y galardones.

En el ámbito familiar, Luis Agustín Cetto formó un hogar con Maria Eloisa Salazar, con quien procreó cuatro hijos, Alejandra, Luis Alberto, Adriana y Angélica. En la actualidad don Luis Cetto cuenta con una gran familia conformada por sus numerosos nietos y bisnietos, que son ya la cuarta generación de la familia Cetto.

“Son 90 años de ir aprendiendo, indagando, picando piedra y también descubriendo y conociendo diferentes mundos”

Desde mediados de la década de 1990, dentro de un contexto de grandes cambios con la apertura mexicana hacia mercados internacionales, Luis Alberto Cetto se ha encargado del desarrollo comercial de la empresa y en este marco, obtener el éxito empresarial no ha sido tarea fácil. Su liderazgo inspirado en las generaciones que lo antecedieron y sus tradiciones familiares vitivinícolas lo comprometen a seguir en prodigiosa innovación, iniciada hace ya nueve décadas por su abuelo Ángelo y continuadas por su padre don Luis Cetto.

Con capital 100% mexicano Luis Agustín Cetto cimentó las bases para el éxito de vinos L.A. Cetto, creando estilos definidos por una rica tradición familiar, que a través de sus distintas generaciones ha demostrado que un absoluto respeto por el fruto de la uva y el uso de tecnología de última gama para la producción vinícola, no impiden que los mejores vinos mexicanos sigan haciéndose de manera tradicional. Lo que año con año se refrenda en un evento público con las denominadas Fiestas de la Vendimia, donde se expone lo mejor de las cosechas. De esa manera vinos L.A. Cetto fusiona lo ancestral con lo moderno, para ofrecer al mercado vinos que sean originales y representen propuestas novedosas al consumidor.

Con viñedos en los valles de Guadalupe, San Vicente, San Antonio de las Minas y Tecate, L. A. Cetto tiene sembradas 100 variedades de uva en aproximadamente 1200 hectáreas, con las que produce más de 30 variedades de vinos, bajo la premisa de dar al consumidor un producto de mayor calidad al que espera.

“El vino ha servido para viajar y conocer otras partes del mundo y también no deja de ser una bandera que se lleva para representar regiones, fronteras, personas, tradiciones”

Exitosamente los vinos L.A. Cetto se venden en alrededor de 27 ciudades del mundo, siempre buscando paladares exigentes en la materia. Asimismo vinos L.A. Cetto ha sido galardonado con más de 427 premios en los principales certámenes internacionales que avalan la calidad de sus vinos, colocándolos a un nivel de competencia mundial, situando a México y a Baja California en el mapa que indica que aquí se producen de los mejores vinos del orbe.

Por consolidar a la industria vitivinícola más grande del país, ser acreedor de un sinfín de reconocimientos internacionales, enaltecer el nombre de México y de Baja California en el mundo, y en especial por esa dedicación y amor a su tierra, a sus ya casi 85 años de edad, el prolífico don Luis Agustín Cetto es uno de los líderes destacados de Baja California.

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