Las concertacesiones del Pacto por México: Por Alexia Barrios G.
Todo es electoral. Ya no hay nada que se mueva en este país sin tener el interés político del proceso del año 2015.
Ya sean programas sociales o de carácter financiero; debates pre y postreformas estructurales; reclamos campesinos e indígenas contra leyes inocuas y amenazantes, o de resistencia a grandes obras de infraestructura; o sean ideas tan ocurrentes como esos autonombrados a “salvar la patria” (como el autocensurado tuitero @salme_villista), buscar la Presidencia de la República como Pedro Ferriz de Con, así como los irresponsables noroñazos como el que trae ahora López Obrador pidiendo la renuncia de Peña Nieto.
En algún momento en la mesa del noticiero de Carmen Aristegui los participantes coincidieron hace unos meses en que para el 2015 es un hecho que el PRI, el viejo y malvado PRI, avasallará a todos los partidos porque todos están divididos o confrontados.
En el mismo tono se han manifestado otros destacados analistas tanto de izquierda como de derecha o derechoizquierdosos como la Dresser o la Dolia Estévez. Los márgenes de la geometría política quedan borrados ante tanta lucidez analítica en tantos espacios de opinión.
Sin embargo, las condiciones son distintas, según se puede ver. Por ejemplo, en el último proceso electoral competido realizado en Baja California, el PRI tuvo que aceptar su derrota ante la alianza PAN-PRD. Se dijo entonces, como condición para salvar al Pacto por México.
Rumbo al 2015 todo indica que habrá varias situaciones similares, en que el PRI tendrá que jugar a perder para pagar al PRD y al PAN su participación en los acuerdos del Pacto por México. A menos que los participantes digan lo contrario y los hechos terminen por desmentirme (como en su momento el derrotado Castro Trenti comentó indirectamente lo difundido en mi columna). Hagamos un repaso de cuáles serían entonces los puestos de elección sujetos a la “concertacesión” del peñanietismo.
Primero, Nuevo León, porque representa una de las entidades de mayor peso político, económico y social a nivel nacional. Hasta ahora, las señales que envían la clase política y los actores de relevancia en la entidad es que la candidata a derrotar es Margarita Arellanes y un Idelfonso Guajardo no será suficiente para derrotarla.
Si a eso se la añade que los hermanos Rojas Cardona ganaron un amparo a favor de la empresa EMEX y ante la lentitud con que la Dirección de Juegos y Sorteos de la SEGOB, queda claro que representará para el PRI una derrota y el fortalecimiento de la alcaldesa de Monterrey y su grupo político, apadrinado por Gustavo Madero.
El segundo podría ser Querétaro, donde el gobernador priista José Calzada ha hecho buen trabajo, lo tienen como el mandatario mejor calificado del país y hasta piensan que podría venirse al gabinete presidencial. El PRI podría repetir, si se lo propusieran, pero los grupos políticos locales consideran que la gubernatura ya estaría negociada para Ricardo Anaya del PAN, uno de los pilares de Gustavo Madero, pero sobre todo, de los acuerdos del Pacto por México.
El tercer estado podría ser Michoacán, donde los videos de “La Tuta Productions” y los operativos del neomichoacanazo han sido aire puro para Luisa María Calderón Hinojosa. Cuando el calderonismo estaba en su peor momento y que en los hechos se confirma que el Operativo Michoacán y la falsa muerte del Nazario “El Chayo” Moreno fue para “calentar” a la entidad para que “Coca” pudiera ganar la elección con todo el aparato federal del calderonismo, la hermana de Felipe ahora recibiría el apoyo de los priistas y perredistas para tomar el control de la entidad. Inaudito, pero así van las cosas por esos lares.
La cuarta concertacesión sería en San Luis Potosí, donde el gobernador se siente orgulloso clon de Nerd Flanders pero que es un pésimo mandatario, es casi un hecho que el PRI pederá. Aun cuando se enfilan para ese camino el actual comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo Quiñones, y al asesor presidencial Jesús Ramírez Stabros le hacen su “guerra sucia” por una presunta relación con la empresa Iberdrola, los priistas nada pueden hacer mientras su gobernador sigue navegando en medio de desaciertos.
Y el quinto es Guerrero, y no es albur. Como hemos documentado, hay una ausencia de liderazgos priistas y los actuales que buscan emerger como potenciales candidatos tricolores en su mayoría son subordinados del cacique Rubén Figueroa o del beltronista Manuel Añorve. De ahí en fuera no hay nada; de hecho, es de todos conocido por estos rumbos que a pesar de ser una las entidades más visitadas por Peña Nieto, los delegados federales parecen hacer todo para favorecer al aliado del peñanietismo, el senador Armando Ríos Píter, “El Jaguar”, ex panista, ex zeferinista, ex ebrardista, ex chuchista y ¿ex perredista? Esto último es un misterio, al grado de que se especula para que pueda ser postulado por el PVEM-PRI-Panal si el PRD no lo hace candidato.
Las otras entidades donde habrá cambio de gobernador no habrían sido negociadas, así que todo quedará sujeto a las leyes electorales escritas y no escritas.
Un elemento que no debe pasarse por alto es que aunque las derrotas del PRI en estas entidades pudieran ser producto de una concertacesión, no se encienden luces de alerta para el PRI en el 2018, porque finalmente todos los posibles triunfadores han sido parte del Pacto por México y han hecho posible el “Momento de Peña”.
Columnista invitada: Alexia Barrios
Blog Alexiaincomodainforma
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