By En nuestro País, es una realidad que los abuelos dedican gran parte de su vida al cuidado de sus nietos por la necesidad de sus padres de salir a trabajar, dejándolos al cargo inclusive de la crianza de los hijos.
Una de las causas cada vez más comunes es el bajo nivel de ingresos familiares que obligan a los abuelos a hacerse cargo de los menores. Una tarea “voluntaria” que se convierte en obligatoria, con jornadas completas y no remuneradas.
Está demostrado que el convivir con los nietos 30 horas al mes es considerado como un generador de felicidad tardía ya que aumenta la actividad mental y física mejorando así la salud del adulto mayor, pero no hay que exceder este tiempo ya que se puede incrementar la fatiga y los síntomas depresivos.
Los abuelos en muchos hogares son parte importante de apoyo en la familia, pero no hay que olvidar que ellos ya cumplieron con su función de crianza a sus propios hijos, por tanto, no hay que exceder.
Brindémosle su tiempo y espacio, reconozcamos su invaluable labor, y permitamos que el tiempo que dedican a convivir con los nietos sea tiempo de calidad para ambos.
Hay que crear o fortalecer la red de apoyo para todos los abuelos que han sido alcanzados por alguna enfermedad o discapacidad y que ahora son ellos quienes requieren del apoyo de la familia, reconociendo también cuando los cuidados que podemos ofrecer en casa han sido rebasados y es tiempo de pedir ayuda. Este mes y todos los días, un reconocimiento especial a todos los abuelos..
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