Los mejores platillos gourmet en la Gran Manzana

Oriental Garden es donde tus chefs favoritos comen en sus dí as libres y uno de los mejores restaurantes de comida china en Chinatown. Entre sus mejores platillos están los de mariscos, así como el dimsum. Con ingredientes frescos, porciones saludables y sin mucha grasa, éste es el lugar ideal si buscas algo rápido y sencillo.

El platillo estrella de este restaurante se llama Wellington y contiene zanahorias dulces en salmuera con un poco de mantequilla de café y cacao, recubiertas con un crujiente hojaldre y acompañadas de un suave puré de aguaturmas. Propiedad de André Balazs y John Fraser, chef ganador de estrellas Michelin, Narcissa mezcla sabores limpios e ingredientes frescos de la cocina californiana con las nuevas técnicas de asar, rotisserie y lenta cocción.

La versión neoyorkina de este restaurante parisino está bajo la tutela del chef Eric Ripert, quien continúa con la tradición de hacer del pescado “la estrella del plato”. De principio a fin, el menú de Le Bernardin te conquistará; el lubina negro es incomparable, el atún es estimulante y el postre de pistache con frais du bois, ¡la perfección! Este restaurante sostiene varios récords en Nueva York, entre ellos,  ser el que ha recibido más premios James Beard en la ciudad.

Localizado en el hotel Langham Place Fifth Avenue, en el centro de Nueva York, Ai Fiori es considerado uno de los mejores nuevos restaurantes en esta ciudad, a pesar de que abrió sus puertas en noviembre de 2010. Su decoración es clásica y elegante; el primer acercamiento del Grupo Altamarea a la cocina de la riviera italiana y francesa, combinado con interpretaciones modernas de los platillos regionales tradicionales. Tanto el servicio como la comida son de admirarse, dignos de un restaurante que cuenta con una estrella Michelin.

Conseguir una reservación en Per Se es de las metas más dif íciles en Nueva York. El local es famoso por el perfeccionismo de su chef Thomas Keller, quien realiza platos influenciados en la cultura francesa compuestos por peque ñ as porciones y crea menús de 7 a 9 platillos, los cuales pueden llevarse hasta cuatro horas en ser consumidos. Su filosofía: “ Al final, una gran comida no depende de la comida o el vino. Una gran comida es una experiencia emocional ” . Es por esta razón que el servicio es uno de los mejores que recibirás en cualquier restaurante neoyorquino.