Odile ha dejado a su paso devastación en dos escenarios: las colonias populares de Cabo San Lucas y San José del Cabo parecen blanco de un bombardeo; las casas arrancadas desde los cimientos y los hoteles de lujo lucen en ruinas.
En una conferencia de prensa, que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto en un derruido aeropuerto, se informa que más de 92% de la población, unos 239 mil usuarios de la CFE, no tiene luz.
Odile impactó en los cinco municipios de BCS, principalmente en Los Cabos. Las autoridades atendieron a 11 mil personas en los albergues de la entidad; hay 30 mil turistas varados en este destino.
El presidente Peña Nieto resume la situación: “el problema más crítico ante este efecto, sin duda, es la falta de agua y tenemos falta agua porque no hay suministro de energía eléctrica”. Luego destaca: “hay saldo blanco”.
Informa que las autoridades federales trabajan para restablecer el abasto de agua y servicio eléctrico.
También se da a conocer que la Sedatu realizará un censo de viviendas afectadas y la reubicación de otras; la Secretaría de Salud garantizará que la red hospitalaria esté en funciones y la SCT se encargará de que haya flujo terrestre de manera adecuada.
Un aeropuerto destrozado
No hay nubes de lluvia en el horizonte. Las montañas cercanas a este destino turístico tienen apenas un poco de bruma en la cima. A las 16:00 (hora local) el avión “presidente Juárez” aterriza. Desciende el mandatario Enrique Peña Nieto.
Lo primero que ve el Presidente al tocar tierra sudcaliforniana es la terminal aérea destrozada por el huracán. Pisos inundados, vidrios rotos, estructuras a punto de colapsar.
Llega a una sala. Hace una pausa ante la nube de cámaras que lo siguen. Pide un micrófono. Le habla a la gente, a los turistas que intentan salir de esta zona y ponerse a salvo. Les informa que serán trasladados, que recibirán apoyo.
El director de Conagua, David Korenfeld, precisa que hay una planta desaladora en Cabo San Lucas, la cual se podrá echar a andar con un equipo portátil y dar 40% del consumo de la ciudad. Recalca que se puede lograr abasto teniendo electricidad.
Enrique Ochoa Reza, director de la CFE, dice que hay 2 mil 186 postes de electricidad dañados, de los cuales mil 800 se ubican en la región de Los Cabos, afectando el suministro de 239 mil usuarios, más de 92% de los usuarios de BCS.
Habrá electricidad en cuatro días en casi todo el territorio, pero en Los Cabos se podrían tardar hasta tres semanas. Pero la CFE, que ha desplegado a casi 750 personas en 48 horas e incorporará más, apoyará con equipo a la Conagua para lograr abasto de agua.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, presenta tres acciones para apuntalar la economía en el estado: un programa para la deducción inmediata de 100% del ISR para las inversiones que hagan empresas del estado para efectos de infraestructura.
Medidas tributarias para facilitar la liquidez de las empresas del sector turismo y comercial, en todos los municipios se podrá diferir los pagos provisionales del ISR y el entero del impuesto retenido a los trabajadores y se diferirá por tres meses el pago del IVA y en las cuotas obrero-patronales del IMSS.
El tercer programa es con la banca de desarrollo para proveer de financiamiento a las empresas del estado. Las Pymes podrán contar con créditos de Nafin hasta por 2 millones de pesos con tasa fija de 9.5% para capital de trabajo o reposición de activos. Para hotelería e infraestructura turística un programa con Bancomext con créditos de entre 50 y 500 millones de pesos.
Regresar a la normalidad
En la zona de Los Arcos de Cabo San Lucas, los grandes hoteles, sus campos de golf, sus piscinas, sus jardines, han sido cubiertos por agua de mar y de lluvia. Algunos de los centros de hospedaje de gran turismo están llenos de arena en su parte más baja.
El presidente Peña Nieto recalca que se trabaja para regresar pronto a la normalidad. El mar está en calma. Las olas revientan contra las rocas de Los Arcos.
Staff Campestre
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