Jorge Armando Ramos, la especialidad de un buen café

La tostadora de café de especialidad Saint Coco Coffee Bar, dirigida por Jorge Armando Ramos, actualmente cuenta con 5 puntos de venta, con proyección a expandir sus franquicias por todo el norte de México.

POR: ANDRÉS BARBA GÓMEZ

Para Jorge Armando Ramos, fundador y director general de Saint Coco Coffee Bar, los secretos del éxito son la persistencia, rodearse de buenos mentores, ser frío a la realidad que ofrecen los números y, por supuesto, tomar una sola taza de café espresso americano negro al comenzar su mañana.

Al empresario tijuanense, que acaba de cumplir sus 32 años, le fue inculcado desde pequeño el valor del trabajo. En entrevista con CAMPESTRE, asevera que su primer trabajo fue como dependiente de una cooperativa en las canchas de raquetbol de su familia. Asimismo afirma que su pasión por el café comenzó cuando necesitaba una descarga de energía después de una larga jornada de trabajar y estudiar.

“Desde entonces comencé a relacionar la idea de esfuerzo-recompensa. Tal vez a ciertas cosas podía asistir y a otras no. Sin embargo disfrutaba de los beneficios de poder trabajar. (…) Yo empecé a emprender a los 19 o 20 años y varios proyectos no funcionaron. Todo el mundo te llama ya cuando comienza a funcionar algo, pero hay muchas cosas detrás,” expresa Ramos.

Desde su tiempo en la universidad, entendió que su vocación estaba en la administración de negocios, pues descubrió que desde el mundo empresarial es posible sumar mucho a la sociedad. Con esos ideales comienza su actividad como empresario fundador de Saint Coco Coffee Bar, franquicia de barras de café de especialidad.

“Lo que venden las cafeterías es la comunidad, un espacio en donde puedes ir a trabajar, platicar, leer y pasar un buen rato. Me gusta este modelo de negocios porque se refiere a un ocio muy limpio. Te permite conocer a mucha gente, de todos los perfiles, entre empresarios, arquitectos, ingenieros,” afirma Ramos, al destacar que su empresa de franquicias actualmente cuenta con 5 puntos de venta, tres por anunciar fecha de apertura y la venta de una franquicia en la ciudad de Monterrey.

Además, el empresario resalta la importancia de crear una estructura de negocios formal, pues eso le da seguridad a su equipo, así como a sus clientes, de que su inversión se traduce en condiciones de trabajo justas y conforme a la ley.

A su vez recuerda que durante la pandemia siempre tuvo la política de no despedir a ningún empleado, pues la situación demandaba unidad. En particular en la industria del café, resalta que uno de los valores agregados más importantes está en ofrecer un trato justo a los productores.

“Nosotros buscamos productores de café que se sientan cómodos con los acuerdos que hacemos. Nos comprometemos a un consumo mínimo, a formas de pago en dónde no quedemos mal, en cultivar una relación a largo plazo o al menos en un período de tiempo sostenido y que, si el producto es bueno, nosotros nos comprometemos, aunque nos salga una oportunidad con un producto más barato,” afirma Jorge Armando sobre su relación con sus proveedores de granos de café, los cuáles son 100% de origen mexicano.

Asimismo afirma que la proveeduría de jarabes y repostería es completamente local. Para el empresario, cada negocio tiene etapas de crecimiento y reconoce que es necesario ser objetivo con el papel que el dueño adquiere dentro de su proyecto. Con el crecimiento que proyecta para Saint Coco Coffee Bar reconoce que será necesario formar un consejo y apalancarse de gente especializada en cada campo.

“A mí me gustaría en 10 años tener gerentes de distrito en diferentes zonas del país, tal vez un director general distinto de mi persona y formar un consejo en el que aún esté participando. Pero con consultores externos en gobierno corporativo y distintas áreas. Entonces yo quiero enfocarme en la parte de expansión y de buscar nuevos mercados para la marca,” reconoce el empresario.

Además, Jorge Armando Ramos agradece provenir de familia de políticos pues eso le hizo reconocer distintas formas de aportar a la sociedad. “Creo que el empresario crea su propia suerte a través de su riesgo en inversión, con un compromiso individual. El político tiene una infraestructura ya establecida, la cuál es la confianza que la ciudadanía pone en ellos al darles el poder. Más que una idea personal, atiende necesidades de la ciudadanía. Ambos tienen ventajas y desventajas. (…) Yo personalmente estoy feliz con el camino que escogí y pienso estar un buen rato en el mismo”.

“Haz lo que te gusta, disfruta, lucha y prepárate. Nunca te rindas, nunca es muy tarde ni muy temprano. Tus límites te los pones tú,” remata el empresario, como un mensaje para todos aquellos que tienen el deseo de emprender. Además, después de la entrevista asegura estar listo para una nueva taza de café.