By La residencia de Ovidio Guzmán, ubicada en el poblado de Jesús Marías, en el Estado de Sinaloa, tenía un círculo de aproximadamente 26 camionetas blindadas que la vigilaban.
Sabedores los habitantes de dicha zona, que ahí vivía el hijo de Joaquín «Chapo» Guzmán, señalan que todo trascurría de manera normal y tranquila.
Sn embargo, y tras la madrugada del jueves, toda esa calma se convirtió en una zona de guerra, luego de que elementos del Ejército Mexicano efectuaron un intenso operativo que culminó con la captura de Ovidio, quien ya hacía poco más de tres años había sido dejado en libertad tras un operativo en Culiacán.
Sin embargo, hoy fue distinto, y las balas llegaron hasta su domicilio, donde sería asegurado para ser llevado a la CDMX.
Y justo ahí, en una residencia alcanzada por los estragos de un cruento enfrentamiento con armas de alto calibre, en la que fue la guarida de Ovidio, quedaron los vestigios de diversos lujos y accesorios de alta gama que, el hijo del «Chapo» Guzmán tenía para sí y su familia.
En un recorrido que realizó Milenio, se puede vislumbrar un lujoso baño equipado con tina de hidromasaje, en el que, como casi todos, hay manchas de sangre en el piso.
Justo frente al mismo, está una habitación con ropa y, quizá, las posesiones más personales Ovidio Guzmán, como lo son cajas de relojes Rolex, joyería Marta Peña y bolsas de otras marcas de lujo como lo son las exclusivas Prada o Chanel.
Enfrente hay otra habitación con un par de camas y ropa sobre los colchones. En el cuarto de al lado solo hay juguetes. En el cuarto de lavado es donde hay más rastros de sangre en el piso y en ropa.
A un costado está un par de baños en los que hasta en los lavabos había casquillos percutidos de la refriega del jueves pasado, cuyo intercambio entre crimen organizado y fuerzas federales duró más de siete horas en Jesús María.
Con respecto a los vehículos que se aprecian en el inmueble, encontraban diversos automóviles de lujo como camionetas marca Mercedes Benz o vehículos RZR, conocidos como todoterreno, además de varios cuatrimotos.
Y aunque al final, los artículos y lujos con que contaba Ovidio no eran muy excéntricos, como algunos otros personajes de este círculo llegan a tener, se confirma que cada vez es más que la sofisticación de marcas de uso exclusivo son muy codiciadas por los integrantes de la delincuencia organizada.
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