By En muchas ocasiones, los falsos mitos sobre la alimentación hacen que pienses que ciertos alimentos te hacen engordar cuando en realidad no es así.
Hoy queremos mostrarte algunos de los productos que erróneamente se asocian a un aumento de peso, cuando no siempre tiene que ser así. ¿Quieres conocer aquello a lo que no tienes por qué renunciar en tu dieta?
El queso: El queso es un alimento que puede venir en distintos formatos. De hecho, los quesos frescos apenan tienen grasas y su contenido calórico es bajo. Además, constituyen una fuente muy importante de calcio y proteínas a mantener en la dieta, ¡con moderación, claro!
Frutos secos: Si bien los frutos secos tienen un alto contenido calórico, eso no significa que deban desaparecer de tu dieta. De hecho, si los disfrutas con moderación te ayudarán a saciar tu apetito por más tiempo. Por si fuera poco, beneficiarán la salud de tu corazón y fortalecerán tu sistema inmunitario.
Los huevos: Al igual que ocurre con el queso, los huevos son una gran fuente de proteínas. En ese sentido, no deben ser considerados como un alimento a excluir de las dietas. Además, su contenido calórico no es elevado como para dar lugar a la afirmación de que engorda.
¡Una alternativa más para comenzar el día!
Aceite de oliva: El aceite de oliva es un alimento que está muy recomendado por lo positivos que son sus ácidos grasos. Aunque se trata de una grasa en sí misma, no deberías excluirlo de tu dieta si su consumo es moderado. De hecho, te perderías aminoácidos esenciales para tu organismo, además de ese delicioso sabor que caracteriza a la dieta mediterránea.
Vino: El vino es una de esas bebidas alcohólicas que se encuentra entre las que recomiendan los propios médicos. Es una gran fuente de antioxidantes y ayuda en el tratamiento de algunas enfermedades cardíacas.
Sin embargo, tiene las llamadas calorías vacías, por lo que para aprovecharlo mientras estás a dieta y que no resulte un problema de peso tienes que consumirlo con moderación.
Chocolate con leche: Se dice que el chocolate es más sano en su versión pura. Sin embargo, si no te gusta su sabor amargo y adoras el chocolate con leche con el cual no sueles darte caprichos porque piensas que engorda, deberías saber que una onza de vez en cuando no va a hacerte daño. Además, aún pese a la leche y el azúcar mantiene intactas las propiedades antioxidantes y positivas en cuanto a la influencia en el estado del ánimo del cacao.
Como ves, hay muchas razones que podrían hacerte cambiar de idea sobre productos que tú pensabas que engordaban. Lo cierto es que socialmente se generan muchos mitos sobre la salud que no son ciertos y que conviene poner en su lugar.
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