Una masiva participación ha marcado el referéndum que decidirá no solo el futuro de Escocia y de Reino Unido sino también, en cierta medida, de Europa. Desde las siete de la mañana (las ocho en la España peninsular) y hasta el cierre de las urnas, a las 22.00 (las 23.00 en España), los escoceses y demás residentes en Escocia mayores de 16 años han depositado en las urnas las papeletas que van a decidir si se independiza o sigue formando parte de Reino Unido. Los resultados definitivos se conocerán este viernes, en torno a las seis o siete de la mañana (hora peninsular española). El primer sondeo publicado tras el cierre de los colegios electorales, realizado por la consultora YouGov, prevé un triunfo del no con una ventaja de ocho puntos. Los unionsitas, según esta encuesta, obtendrían un 54% de los apoyos frente al 46% de los independentistas.
La consulta de YouGov no es un sondeo a pie de urna. Para obtener este resultado, la casa de encuestas contactó de nuevo con ciudadanos a los que había entrevistado recientemente. YouGov fue la primera consultora que dio una ligera ventaja del sí a la independencia en un sondeo publicado hace dos semanas.
Según las estimaciones de la Asociación de la Prensa británica, a partir de las dos de la madrugada (una hora más en España) se darán a conocer los resultados de las siete primeras regiones, básicamente rurales, que representan un 15% del voto registrado. De estos primeros datos, lo más interesante será conocer el voto en North Lanarkshire, el cuarto consejo municipal por proporción del electorado (6,27%), seguido de Fife (7,05%), Edimburgo (8,81%) y Glasgow (11,35%).
Los resultados en Edimburgo y Glasgow, que suman ellas solas el 20% del electorado, no llegarán sin embargo hasta las seis de la mañana. Y para entonces aún faltará Aberdeen, la capital petrolera, que pesa un 4,1% en el conjunto del censo. El país está dividido en 32 consejos municipales y en cada uno de ellos se centraliza el recuento. Lo primero que se hace es contar el número de papeletas recibidas para asegurase de que la cifra cuadra con el número de personas que han ejercido su derecho al voto. Luego empieza el recuento propiamente dicho.
El dinero se inclina hacia el no
Los inversores parecen apostar claramente por una victoria del no. La Bolsa de Londres y la libra esterlina han registrado subidas en la jornada, lo que se interpreta por los analistas como una apuesta por la victoria de quienes defienden la permanencia de Escocia en Reino Unido, informa Alicia González. La divisa británica ha llegado a cotizar a su nivel más alto frente al euro en dos años, aunque al cierre ha cedido ligeramente posiciones hasta situarse en los 1,271 euros por libra. En el caso del índice principal de la bolsa de Londres, el FTSE 100, ha cerrado la jornada bursátil con una subida del 0,52%, hasta los 6.815 puntos.
“Los partidarios del no esperan claramente alzarse con la victoria”, ha asegurado Neil Jones, de Mizuho Bank, en declaraciones a Bloomberg. “En consecuencia, el mercado está comprando libras para compensar los planes de contingencia que se habían puesto en marcha por si ganaba el sí y se producía un colapso financiero”, aclara. En las últimas semanas, el temor a una victoria del sí a la independencia había amenazado a la divisa británica, una de las cuestiones que ha centrado el debate de los últimos dos años entre partidarios y detractores de la independencia.
Durante esta jornada se han formado grandes colas a las puertas de los colegios electorales, y un 80% de los 790.000 ciudadanos que pidieron votar a distancia han ejercido su derecho.Son apenas el 10% de la población, aunque ocupan un tercio del territorio de Gran Bretaña, pero el referéndum de independencia de Escocia está destinado a transformar el país entero, de una forma u otra.
El tramo final de la campaña ha desatado pasiones, acusaciones de juego sucio por ambas partes y la movilización del establishment de Londres para evitar que los escoceses se vayan. Las encuestas apuntan a que se acabarán quedando, pero los estrechos márgenes de casi todas ellas y el ascenso del sí en las últimas semanas de campaña hacen que el resultado sea impredecible.
Los escoceses se lo han tomado muy en serio. 4.285.323 personas se han apuntado en el registro electoral, el 97% de los que tenían derecho a registrarse. Uno de los primeros en votar esta mañana ha sido el ministro principal escocés, Alex Salmond. «Es un momento extraordinario. Es una oportunidad que solo se presenta una vez en la vida», ha declarado a la salida del colegio electoral. El ex primer ministro británico Gordon Brown también ha sido uno de los primeros en acudir a las urnas.
Una participación masiva
La asistencia a las urnas se esperaba que fuera altísima, probablemente por encima del 90%, lo que dará mayor legitimidad a una decisión que, si se acaba tomando por un margen muy estrecho, provocará polémica dentro y fuera de Reino Unido. Europa aguarda atenta al resultado. El presidente francés, François Hollande, ha advertido de la posible «deconstrucción» de la Unión Europea por el auge de los nacionalismos y ha apuntado que en el referéndum escocés se puede decidir no sólo el «futuro» de Reino Unido, sino de todo el continente.
En España, los partidos nacionalistas también están pendientes de la consulta. El presidente catalán, Artur Mas, comparecerá mañana ante los periodistas poco antes de que el Parlamento de esa comunidad autónoma celebre el pleno para aprobar la Ley de Consultas, que ampara el referéndum secesionista que plantea la Generalitat.
El profesor Michael Keating, director del Centro Escocés sobre el Cambio Constitucional, cree que el auge del sí en el tramo final antes del referéndum se debe “a la desastrosa campaña del no y a que el sí está sobre el terreno”. Los independentistas han estado en los miles de debates vecinales celebrados en Escocia sobre la independencia. “En muchos de esos debates, los del no ni siquiera estaban. Han hecho la guerra aérea: bombardear. Y la historia reciente de los conflictos militares nos ha enseñado que no se puede ganar una guerra desde el aire, tienes que estar sobre el terreno”.
“La campaña del no ha sido increíblemente incompetente, demasiado negativa. Una amenaza es efectiva, dos ya no tanto y tres amenazas eliminan a las dos primeras porque la gente ya no te cree. Vas a perder la libra, te van a echar de la UE, tu economía y los bancos se van a desplomar, te vas a quedar sin defensa, los terroristas van a venir aquí… Todo eso no tiene ninguna credibilidad”, continúa el profesor.
“La campaña del sí ha sido extremadamente positiva: Escocia sería económicamente más próspera, socialmente más justa, un país que trabajará con sus amigos a través de la UE. Soy optimista”, sintetiza Angus Robertson, jefe del grupo parlamentario del SNP en los Comunes.
Comments