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Silvestre

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Por: José Galicot Behar / Empresario, educador y filántropo

¡Fibra! ¡Ánimo! ¡Échale ganas!

Estaba yo haciendo ejercicio en el gimnasio Silvestre y, ¡vive Dios!, me entrenaba el mismísimo Mr. Universo, alto, con una gentil sonrisa: el simpático Eduardo Silvestre. 

Ya había sido Mr. México, Mr. América y finalmente Mr. Universo. Era la Tijuana de los años cincuenta. 

En un enorme bodegón se encontraba el gimnasio Silvestre, lugar al que cientos de jóvenes acudíamos diariamente para recibir instrucciones sobre cómo mejorar nuestro físico.

Eduardo no mostraba arrogancia y, con cariño, se dedicaba a educar a los muchachos. Era increíble que de una pequeña ciudad provinciana, tuviéramos a un personaje de nivel mundial educando a jóvenes. 

Él era hijo de don Enrique Silvestre, dueño de una tienda de perfumería en la Avenida Revolución. 

Enrique, oriundo de España, se había establecido en estos lares e intentó, logrando finalmente, fundar la Cruz Roja de Tijuana, la cual presidió por muchos años, beneficiando enormemente a la comunidad.

Eduardo tenía un hermano, Armando, quien también practicaba ejercicio en el gimnasio y fue eventualmente descubierto por el cine nacional. Esto lo convirtió en uno de los jóvenes más enamoradizos y codiciados por las bellas damas del cine mexicano y americano, ya que, como muchos otros tijuanenses, se educó en San Diego.

Encontré casualmente un video donde narra su vida con desparpajo, y sorprende que haya logrado los lugares que ocupó en la pantalla y en el corazón de bellas damas.

Y encontré otro  donde narra la vida de Eduardo, mi entrenador y maestro, que estoy seguro te divertirá. 

No es usual que en un artículo propongamos que quien lea vea enlaces; sin embargo, amigo lector, verás en ellos a un par de personajes interesantes de la vida de Tijuana de los años 50, y yo tuve la suerte de conocer a ambos, lo que no era difícil en una población de cien mil habitantes. 

Recuerdo a Armando en una ocasión en la Cámara de Comercio, donde irrumpió durante una junta. Siendo tan gritón como era habitual en él, exigió al presidente de la cámara que le pagara rentas atrasadas.

Así era él, con desparpajo y sin vergüenza.

Acompáñanos para qué podamos discutir con gusto a estos tres personajes sorprendentes de la historia de nuestra ciudad.

¡Fibra! ¡Ánimo! ¡Échale ganas!

¿Sylvester Stallone será pariente de ellos?

https://youtu.be/4FniCCcdjZU?si=hgJSPVyeVNqeIufB

https://youtu.be/0mDuIbZy58A?si=lYje59BGzI-FV1l5

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