Los estudiantes indocumentados o cuyos padres están al borde de la deportación presentan niveles de estrés y ansiedad superiores a los considerados clínicamente normales, algo que dificulta su éxito académico, según reveló una investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
«Nos ha sorprendido completamente que los estudiantes indocumentados tengan ansiedad», aseguró hoy a Efe Carola SuárezOrozco, coautora de la investigación.
El estudio, en el que participaron 909 estudiantes de 34 estados y de 55 países de universidades y colegios comunitarios del país, indica que cerca del 37 % de las alumnas indocumentadas y casi el 29 % de los alumnos indocumentados presenta un estado de ansiedad por encima de lo saludable.
«Los resultados son bastante llamativos ya que los niveles de ansiedad en mujeres jóvenes triplican la norma nacional, y el nivel de los hombres es cinco veces más elevado», dijo SuárezOrozco.
La investigación, la más extensa realizada hasta la fecha sobre el estado emocional del alumnado indocumentado, concluye aclarando que más de tres cuartas partes de los participantes vive con temor a ser detenido o deportado, mientras que el 55.9 % de los jóvenes conoce a alguien que ha sido deportado, bien sea un padre o un familiar.
El informe también refleja que el estudiante indocumentado se siente estigmatizado o «tratado de manera injusta y negativa» por profesores, consejeros, estudiantes y el personal policial y administrativo del campus, algo que dificulta la inmersión educativa y obstaculiza el éxito escolar.
«Necesitamos mejores servicios en el campus para dar asesoramiento a los estudiantes. Pero éstos tienen que ser ofrecidos por asesores que no solo estén culturalmente sensibilizados, sino que también entiendan realmente lo que ser indocumentado significa para la vida de estos jóvenes», recalcó la coautora el trabajo.
La investigación se realizó en 2014, dos años después de que Obama paralizara temporalmente las deportaciones de algunos jóvenes que llegaron a Estados Unidos de forma ilegal junto con sus padres.
El estudio se concluyó antes de que se anunciara la medida ejecutiva que dará alivio migratorio a unos 5 millones de indocumentados.
Pero a pesar de la medida federal y de los programas de ayuda económica para acceder a la educación, los estudiantes indocumentados continúan sufriendo secuelas emocionales, psicológicas y económicas ya que el alivio migratorio tiene carácter temporal y no permanente, concluye el informe.
Para mitigar los efectos psicológicos, organizaciones no gubernamentales como la Coalición para los Derechos Humanos de Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA) ofrece servicios de apoyo a estudiantes indocumentados.
«CHIRLA cuenta con grupos de estudiantes en todo el estado bajo el programa CDN», dijo a Efe el portavoz de la organización, JorgeMario Cabrera.
«Estos grupos ayudan al joven estudiante a acoplarse a la universidad involucrándole en actividades comunitarias y de voluntariado», concluyó.
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