Revelan que en el mes de diciembre de 2014 entre los días 5 y 17 pasados, los inversionistas extrajeron de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) bonos de deuda del gobierno federal que sumaron la cantidad de 50 mil 866 millones de pesos, (6,686 millones de Dólares) principalmente por la volatilidad registrada en los últimos meses, reportó el Banco de México (Banxico).
Durante esos 12 días, la volatilidad provocó que el principal indicador de la BMV, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), sufriera un desplome de 2 mil 225.9 puntos, lo cual representó una baja de 5.14 por ciento.
La SHCP y el propio Banco de México guardaron silencio para no generar más pánico, del que se sintió en los círculos de Gobierno y empresariales. Pero las repercusiones de esta salida de dólares, se sintió de inmediato tanto en la Frontera como en el sector empresarial.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Banxico, durante este lapso la inversión extranjera en bonos gubernamentales cayó de 2 billones 167 mil 910.42 mllones a 2 billones 117 mil 44.47 millones, debido a la poca incertidumbre que existe en los mercados financieros.
“La especulación se incrementó después de octubre por la compra de bonos, que es otra política monetaria, entonces ya cuando compran bonos, lo último que les queda es subir las tasas, esa especulación es que se salgan activos de mayor rendimiento, que principalmente se encuentra en economías emergentes, como México, y se regresan activos más seguros que están en dólares, entonces este fenómeno de volatilidad no sólo fue en México sino un fenómeno generalizado de depreciaciones respecto al dólar”, explicó James Salazar Salinas, analista de CIBanco.
De acuerdo con analistas, la volatilidad no sólo en México sino a nivel global se debe a las políticas monetarias que han adoptado principalmente Estados Unidos, Europa y Japón, el anuncio del posible aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), el aumento de la producción petrolera norteamericana, los conflictos geopolíticos todavía sin resolver entre Rusia y Ucrania, así como el retraso de las elecciones en Grecia y el poco dinamismo económico mundial, pero, en el caso particular de México, se suman los conflictos sociales derivados de las protestas en contra de la inseguridad.
La indignación social detonada desde hace tres meses por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, provocó que este 2014 resurgiera una fuerza social que no se había visto en los últimos años, tal y como lo han señalado medios nacionales y extranjeros.
En esta movilización social se destaca la participación de sectores que tradicionalmente no opinaban sobre temas sociales, como es el caso del empresarial y de la Iglesia católica.
Salazar Salinas dijo que “la cuestión de todos estos disturbios sociales por las quejas de inseguridad si bien tienen un efecto limitado, no dejan de generar cierta especulación o pueden generar incertidumbre”.
Ante la pregunta sobre cómo es que la volatilidad en los distintos mercados podría afectar a los mexicanos, James Salazar respondió: la volatilidad, a final de cuentas, se pueda traducir en menor actividad económica, en menor crecimiento económico y menor desempleo que termine mermando las oportunidades para las personas”, dijo.
James Salazar, ademas expuso que “a una empresa que hace operaciones en moneda extranjera le puede afectar, pero si es un consumidor normal esta volatilidad lo que podría generar, en especial la de tipo de cambio, es que se vea en presiones inflacionarias y se puede traducir en precios más altos. Esto sería el impacto directo”.
Los productos que se verían más afectados son los bienes duraderos, y alguno que otro agropecuarios, aunque estos están más vinculados a otros tipo de factores, como el estacional, explicó.
Portal SinEmbargo
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