By La única manera de aminorar el cambio climático peligroso es cambiar nuestra actitud para con la naturaleza y para con nosotros mismos, afirmó el profesor distinguido Scripps Institution of Oceanography de la Universidad de California en San Diego, Veerabhadran Ramanathan.
En su conferencia sobre la búsqueda del bien común para mitigar el cambio climático realizada dentro de la segunda jornada de Tijuana Innovadora 2014, “Diáspora Mexicana, el talento que voló al norte”, el investigador recordó que el problema de la contaminación se forma a partir de que los productos del petróleo en los automóviles, el gas natural y el carbón, producen gases contaminantes que envuelven al planeta y atrapan el calor.
Refirió que la humanidad está viviendo los efectos que está produciendo el cambio climático, y peor aún, que éste va a empeorar en alrededor de 20 o 30 años, por lo que la pregunta es, ¿qué pueden hacer los seres humanos para aminorar este paso?
Anotó que la contaminación es emitida por mil millones de personas que son causantes de ello, con las peores consecuencias que resentirán tres mil millones de seres humanos que se encuentran en estratos inferiores y que nada tienen que ver con este cambio ni tienen acceso al combustible fósil, por lo que se convierte en un problema de ética y moralidad.
Es mejor pensar, dijo, que vivimos en dos mundos distintos: el primero es el mundo de los mil millones que estamos viviendo en lo que aparentemente no tiene límite, la quema de combustible fósil; y segundo, los tres mil millones de gente de clase baja que desconocen la existencia de ese recurso, porque ni siquiera tienen acceso a él.
Refirió que el simple humo que por combustión sale de las chozas mata a cerca de cuatro millones de mujeres y de niños; sin embargo, el 50 por ciento de la energía que se consume en el planeta, pertenece a los referidos mil millones de personas, mientras que sólo el seis por ciento de energía lo consumen los tres mil millones de la gente de escasos recursos.
Agregó que el aire que transporta los contaminantes puede viajar de China hasta América, de Europa a China en menos de cinco días y la biomasa que se quema en África llega al Antártico, razones por las cuales se debe tener una reacción, “todos juntos debemos de resolver este problema en lugar de estar echándonos la culpa unos a otros”.
Veerabhadran Ramanathan, quien en 2013 fue galardonado con el premio ambiental superior de las Naciones Unidas, como Campeón de la Tierra para la Ciencia y la Innovación, dijo que otro problema con el calentamiento global, es el aumento de temperatura en los océanos y es el alimentador de todas las tormentas tropicales.
Aseguró que por esa razón cada día ese tipo de fenómenos son más intensos y mayores son las inundaciones, aunque paradójicamente las sequías en algunas partes y las lluvias y chubascos en otras también son mayores, “el Ártico se está derritiendo, el hielo refleja la luz solar y eso hace que se mantenga la región ártica más fría, una vez que se quita el hielo se puede llegar a romper el punto de equilibrio”.
Además refirió que en 2008 se lanzó un pronóstico que se hizo realidad, este fue que si continuaba el calentamiento e ignorando el problema, el globo se calentaría al 100 por ciento y subiría un grado; dentro de 34 años, en lugar de un grado pasaría a dos, “estamos empujando el clima y es el mundo que vamos a dejar a nuestros nietos”.
Mencionó que para atacar esta problemática, la Academia del Vaticano de la Ciencia convocó a científicos, entre los que se cuenta el propio Ramanathan para buscar el bien común, apelar a nuestro interés egoísta para actuar y reflexionar “qué tipo de planeta le estamos dejando a nuestros hijos y nietos”.
Concluyó que el Papa Francisco sentenció que la creación no es una propiedad en la que podamos regular la voluntad y mucho menos la voluntad de unos cuantos, la creación es un don que cuidamos y utilizamos siempre en beneficio de todos, “siempre con respeto y agradecimiento”
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