Las autoridades guardan silencio, debido a que no existió supervisión en la aplicación de los recursos. Los donativos que obtuvo Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, Mama Rosa, para el mantenimiento del albergue La Gran Familia sumaron más de 10 millones 220 mil 465 pesos en los últimos seis años, según los reportes del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
En ese mismo periodo, la organización encabezada por Mama Rosa tuvo gastos por 10 millones 129 mil 788 pesos.
Al hacer una revisión al sistema de información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre 2007 y 2012, la mayor parte de los donativos se destinaron a gastos de administración, pago de salarios a 14 personas, además de alimentación, vestido, ropa y combustibles para atender a más de 500 niños.
El periódico el Universal, al parecer tuvo acceso a reportes financieros de La Gran Familia ante el SAT; de 2007 a 2011 el salario de entre 10 y 14 personas sumó más un millón 725 mil pesos.
En promedio, el albergue manejó un presupuesto anual de más un millón 703 mil pesos, lo que equivale a destinar 3 mil 406.8 pesos por cada uno de los 500 niños beneficiados por año. Esa cifra es cercana a los 330 pesos mensuales que el gobierno federal destinó a las becas de los niños inscritos en el programa Oportunidades en 2012.
De acuerdo con el documento que presentó Arturo Soto Fernández, contador y representante legal de Mama Rosa, en 2012 el pago de salarios fue superior al monto de donativos; esto es, el pago fue de un millón 434 mil 398 pesos, mientras que los donativos sumaron un millón 427 mil 616 pesos.
El reporte del SAT tiene un retraso de dos años en cuanto a la entrega y validación de información de la casa-hogar, lo que ocurre en el sistema fiscal para las organizaciones de la sociedad civil o donatarias.
Daniela Dorantes Salgado, integrante de la organización Alternativas y Capacidades —una de las impulsoras de la creación del portal Fondos a la Vista— explicó que las organizaciones no están obligadas a hacer públicos los nombres de las personas o instituciones de las que obtienen los recursos.
Comentó que la ley fiscal establece que el reporte de ingreso de las organizaciones donatarias se debe presenta en un portal y una ficha en la que sólo se les pide especificar si los donativos son en especie o en efectivo; o si se trata de una persona física, moral o extranjera, dijo.
En el caso de La Gran Familia así ocurrió: no hay reportes de quiénes fueron las personas que entregaron los recursos.
El contador reportó que los más de 10 millones de pesos fueron en “efectivo” y lo hicieron personas físicas y morales nacionales.
Luego de la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR), personal del albergue, así como niños y adultos, señalaron que había donativos en especie, como alimentos perecederos, enlatados y gasolina, entre otros.
El propósito de la organización era “educar, alimentar y hospedar a menores de edad que ingresen o se hallen desamparados en la calle con peligro de su vida y de aquellos menores que sus padres, abuelos, tutores o cualquier persona consanguínea o no los internen (sic)”, se argumentó ante Hacienda.
En la revisión de donativos se observa que 2010 fue el mejor año al obtener 2 millones 54 mil pesos; mientras que para 2012 la cifra cayó hasta un millón 427 mil pesos.
En los seis años reportados, La Gran Familia notificó que el número de niños atendidos era de 500, salvo en 2011 cuando subió a 600.
Para financiar su hospedaje, alimentación, vestimenta y educación, Mama Rosa obtuvo donativos por un millón 791 mil 199 pesos.
La justificación de La Gran Familia para obtener su registro ante el SAT es que tenía como misión “promover, fomentar, patrocinar y estimular toda clase de actividades de educación, investigaciones científicas y de difusión, en general de la cultura de artes y oficios”.
Staff Campestre / El Universal
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