La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha celebrado este jueves que el país quedara exento de los nuevos aranceles anunciados por el presidente Donald Trump en su llamado “Día de la Liberación”, durante el cual reveló una nueva política comercial arancelaria de Estados Unidos hacia el resto del mundo.
México, junto con Canadá, quedó fuera de los denominados “aranceles recíprocos”, una medida que afectará gravemente a economías como la europea, con un 20% sobre sus exportaciones, o la china, con hasta un 34%.
“México no tiene aranceles adicionales gracias a la buena relación que hemos construido con EE. UU.”, afirmó la mandataria, quien ha insistido en que este resultado “tiene que ver con la buena relación que hemos construido entre el Gobierno de México y el de Estados Unidos, que se basa en el respeto a los mexicanos y a la soberanía nacional. Eso ha permitido que México no tenga aranceles adicionales. Tiene que ver con la fuerza de nuestro Gobierno. Como siempre digo: hay mucho pueblo en México”.
El anuncio ha tenido efectos inmediatos en los mercados. El peso mexicano se ha apreciado casi dos puntos frente al dólar en los últimos dos días, reflejo del optimismo de los inversionistas ante el escenario comercial.
Sheinbaum también se ha referido a su última conversación con Donald Trump, mantenida en marzo, como un antecedente clave que anticipaba la exención arancelaria. “No sé si recuerdan que tras la última llamada con el presidente Trump yo comenté que en el caso de que fueran aranceles recíprocos no iba a haber aranceles, porque como México no pone aranceles a Estados Unidos, Estados Unidos no pone aranceles a México”.
Pese al logro, la presidenta ha sido clara al señalar que aún hay temas pendientes, particularmente en sectores industriales estratégicos. “Tenemos todavía dos decretos que hizo el presidente Trump relacionados con la industria automotriz y con el acero y aluminio. Esos también son para todo el mundo, no solamente para México y Canadá. El caso automotriz tiene sus características, porque nuestra industria está muy integrada y estamos todavía en pláticas”, afirmó.
México ha conseguido que dichas imposiciones tengan descuentos proporcionales al número de componentes estadounidenses en los productos. En este sentido, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington la próxima semana para continuar las negociaciones. “Se sigue trabajando y dialogando”, aseguró la presidenta.
Ebrard, antiguo contendiente presidencial dentro de Morena, señaló que se da un plazo de 40 días para “lograr mejores condiciones” para los autos mexicanos, así como para los sectores de acero y aluminio, aunque estas exportaciones representan solo el 2% del total. “Estados Unidos tiene superávit ahí”, matizó. “Esto todavía no termina, es un capítulo, pero todavía no ha terminado”, subrayó.
El secretario de Economía destacó también los sectores clave que ya han sido protegidos gracias a su inclusión en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC): “el agroalimentario, las manufacturas electrónicas, los eléctricos, químicos, el vestido y calzado, los dispositivos médicos y farmacéuticos”. Según Ebrard, al conseguir exenciones para estos rubros “se han protegido 10 millones de empleos en México”.
Durante su tradicional conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum recibió una muestra de entusiasmo por parte de la prensa. Aún no había llegado completamente al podio cuando un periodista le gritó: “¿Contenta?”. Con una sonrisa y una leve inclinación de cabeza, la presidenta respondió con determinación: “¿Escucharon el mensaje del presidente Trump ayer sobre esta nueva política comercial, arancelaria, de los Estados Unidos al resto del mundo?”.
“Eso es bueno para el país. Aunque algunos no quieran reconocerlo”, concluyó con una nota irónica y segura, mientras reafirmaba que el resultado favorable es fruto de una estrategia diplomática sostenida en el respeto y la soberanía.
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