En el equipo compacto del presidente Enrique Peña Nieto se recibió con mucha consternación la noticia de la muerte de Sebastián Lerdo de Tejada, porque apenas el lunes pasado se le vio sonriente y echado para delante en la residencia oficial de Los Pinos, nos dicen.
No sólo eso, el Presidente mantenía toda su confianza en el ex legislador, quien además tenía la misma edad que él, 48 años, nos comentan.
El golpe de la muerte del director del ISSSTE fue muy duro, no sólo en el ánimo del primer círculo presidencial sino también en todo el gabinete del Ejecutivo federal. En principio las notas de prensa no daban detalles relativos sobre la causa de su muerte. Horas después se dio a conocer que la causa fue un Infarto al miocardio, lo que causó su deceso a temprana edad.
A lo largo de su gestión, nos hacen ver, Lerdo de Tejada había logrado afianzar su amistad con el mandatario y con personajes como Luis Videgaray, secretario de Hacienda, y Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia, al tiempo de mantener encarriladas las relaciones con la burocracia federal.
Luis Videgaray, el llamado Vicepresidente fue el primero en dar anoche el pésame a la familia, en la red social Twitter, y luego siguieron muchos de sus compañeros de gabinete.
Sebastian Lerdo de Tejada, deja huérfanos de padre a dos hijos. El Gobierno Federal realizará las gestiones correspondientes para la cobertura de su bienestar presente y futuro.
Agencias
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