Tijuana, 13 julio.- La fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», del penal de alta seguridad Altiplano, no tiene ningún impacto en el municipio, aseguró el secretario de Seguridad Pública (SSP) de Tijuana, Alejandro Lares Valladares, quien explicó que «el líder de la organización regresó a tomar el control».
El titular de la SSPM dijo que no esperan repercusiones en la seguridad de Tijuana, debido a que con la posible reintegración de «El Chapo» a su organización delictiva, en realidad no se habla de un cambio en la estructura del grupo criminal, sino del regreso de quien por años ha estado al frente.
«En el caso de Tijuana, estamos tan alertas como en el resto del país, no porque pensemos que aquí pudiera llegar, sino porque debemos estar alertas para cualquier información. Además, aquí en la ciudad, en cuanto a la compra y venta de droga, la forma de operar es diferente», explicó.
Para el secretario de Seguridad, una de las hipótesis sobre el recrudecimiento de la violencia durante los últimos cuatro meses en la ciudad, es la pugna entre pequeños grupos criminales por zonas para liderar la compra y venta de droga en las calles, pues asegura que los conflictos entre carteles de narcotráfico peleando por toda una región quedaron atrás.
Guzmán Loera comanda el Cártel de Sinaloa, el cual opera en la mayor parte del territorio mexicano e internacional, incluyendo Baja California, en donde desde hace años lidera la plaza después de arrebatar el mando al Cártel de los hermanos Arellano Félix (CAF).
El capo se fugó del penal de máxima seguridad en el país el sábado pasado, entre las ocho y nueve de la noche, por un túnel construido clandestinamente, que conectaba la cárcel con un pueblo cercano, ubicado a un kilómetro y medio de distancia, informó la Secretaría de Gobernación (SG).
La Jornada
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