La Cuarta Transformación (4T) llegó a todo el país desde el 2018, y ahora que Morena encabezará la gubernatura, las cinco alcaldías y la ma-yoría en el congreso local de Baja California, podremos vivirlo de manera aún más clara. ¿Qué debemos esperar? Contestar debidamente requerirá más que una columna, pero con el fin de sentar las bases yo lo desarrollaría en cuatro grandes puntos.
Austeridad. Hacer más con menos debe ser objetivo de toda organización, sea privada o pública, pero en esta última al estar administrando dinero que no viene de sus bolsas, les importa poco darle un buen fin. Pago de cirugías estéticas, autos último modelo, sueldos con prestaciones estratosféricas son sólo algunos ejemplos de los usos sin sentido que le han llegado a dar los gobernantes del PRIAN. Baja California, y todos sus municipios, necesitan más recursos para funcionar de manera sana y cumplir con sus obligaciones por lo que recortar esos gastos li-berara presupuesto que se destinará para los que menos tienen.
Justicia social. Se tiene la idea que nuestro estado, como todo el norte del país, tiene una mejor situación económica a la de los estados del sureste, más no es del todo cierto. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) el 23.3% de la población vive en situación de pobre-za, que si bien el porcentaje es ampliamente menor respecto a otras entidades, estamos hablando que la cifra representa a más de 700 mil bajacalifornianos que al encontrarse en tal situación, significa que tienen carencia de bienes o servicios básicos.
A ello hay que sumarle la clara diferencia entre los que más tienen y los que menos tienen, y además el salario tan bajo que percibe un bajacaliforniano pro-medio, como ya lo expuse en la columna anterior. La justicia social sólo ha quedado en texto en las últimas décadas, privilegiando una agenda elitista. No se puede avanzar sin ver por los que menos tienen. Por el bien de Baja California, primero los pobres.
Democracia. Desde de la primaria se nos ha enseñado que la palabra “democracia” está relacio-nada al poder que tiene el pueblo sobre su gobierno, y además que México es un país democrático. ¿Qué tan cierto es esto? Si reducimos el concepto a elegir a los titulares del ejecutivo y miembros del legislativo cada tres o seis años, sería cierto, pero el poder del pueblo debe ir más allá.
Desde las consultas populares donde se nos pedirá nuestra opinión ante temas controversiales, y funcionarios itinerantes que hablarán directamente con la población para atender sus necesidades e inquietudes, son dos ejemplos de lo que la 4T está generando desde ya en la entidad.
Cero corrupción. Baja California ha sido manchada por diversos casos de corrupción, casos don-de se usa el poder para fines personales. No tiene ca-so enumerarlos para retorcer nuestros estómagos recordando cada uno de ellos, pero si dejar en claro que la 4T en nuestro estado traerá dos cosas: investigación de los casos deshonestos con las consecuen- cias a los involucrados, así como no permitir que se presente un caso similar venga de quien venga.
Haber obtenido la victoria no fue el fin último que Morena buscaba. El verdadero reto sin duda alguna es marcar una diferencia con los 30 años de panismo.
Antes de finalizar el espacio me permito felicitar la noble labor realizada por la doctora Virginia Flores en la Facultad de Contaduría y Administración de la UABC, concientizando sobre el cáncer de mama a todos los cimarrones durante octubre, mes de sensibilización sobre esta enfermedad.
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