Edición Impresa

Inés Arredondo, PASIÓN Y LIBERTAD CREADORA

0

Por: Mtra. Argelia Covarrubias León

“El reto más grande de un escritor es plasmar la realidad” mencionó acertadamente José Revueltas y es esta frase la que nos permite introducir un concepto muy utilizado en la literatura y que muchas veces es imposible describir con palabras: lo que es la pasión y la mirada que la provocan.

Ser mujer nunca ha sido fácil. Y ser mujer escritora tampoco. Ahora está muy de moda decir que las mujeres se han empoderado y no se percatan que ha sido un camino muy largo para llegar a este momento y que otras mujeres valiosas, muy atrevidas lo allanaron para nosotras.

La pasión no se puede catalogar, ni se puede conceptualizar, menos atrapar, no la percibimos físicamente. La pasión envuelve, arrastra, corrompe, degrada, arranca, pervierte, mata, consume y lleva a la locura a quien no puede lidiar con ella. Pero en definitiva no la vemos, decimos conocerla, pero la realidad es que solamente la sentimos.

Entonces nos llega toda esa pasión indomable convertida en un relato, en un libro que es el mensajero. Es ahí, donde seres con talento y una mirada distinta plasman todo el torrente de emociones, sinsabores, burlas, miradas vacías, sentimientos absurdos, juegos eróticos, incestos frustrados e imágenes lúdicas que al leerse hacen que la piel se estremezca, se encoja el corazón, se transporte la mente y se viva en un instante fugaz lo que no se ha podido experimentar en la realidad.

Inés Arredondo, escritora culichi nacida en 1928, siempre escribió con pasión y buscó plasmar una realidad que para muchos en su tierra es cotidiana. Y no deja de producirnos una cierta zozobra y sorpresa, ya que sigue siendo un intento de conocimiento: un salto hacia ese encuentro donde confluyen el arte, el amor, la soledad, el engaño, las sombras, la locura y, por supuesto, existencia de una pasión común o arrolladora, amorosa o enfermiza, con la que mujeres de mitad de siglo tuvieron que vivir, crear y no quedar en el intento llenas de una frustración que fue común denominador en los siglos pasados.

Las mujeres a la cabeza de una familia o un grupo social, siempre han llevado a cuestas la tradición de formar a los seres que engrandecen o pervertirán a la sociedad y el pesado lastre del machismo tan marcado en varias culturas. Así, hombre y mujer deben coexistir en vidas cargadas de violencia, maltrato y segregación y, sin embargo son las mujeres que han detenido el desmoronamiento de la sociedad, quienes luchan por no ser consideradas inferiores y lograr un lugar por su trabajo y méritos en el mundo.

Mujeres tan diversas en carácter, en imagen o en actos de vida como Juana Gutiérrez de Mendoza, Antonieta Rivas Mercado, Jesusa Palancares –o quien sea en realidad-, también mencionemos a Lupe Marín, María Izquierdo, Tina Modotti y hasta Frida Kahlo llenaron páginas, lienzos y papel de esa pasión y particular mirada con la cual observaron y participaron activamente en un mundo que estaba vedado, pero lograron abrir brechas que otras mujeres siguieron para ya no cerrarse nunca.

Hay varios rasgos de la narrativa de la escritora sinaloense que hay que resaltar y que se encuentran en sus cuentos: lo siniestro en los temas, la trasgresión, la toma de conciencia de ser mujer y de serlo en México, la densidad de las atmósferas, personajes que piensan mucho, la autenticidad y la cotidianidad que el lector, siente, vive y padece.

Por otra parte, Inés Arredondo no es una cuentista que haya descubierto un hilo negro, no hay experimentos ni estructuras narrativas sorpresivas, de hecho, en sus relatos se identifican plenamente el planteamiento, los nudos, el clímax y los desenlaces que pueden ser los esperados o no esperados. En sus historias no hay asombrosas revelaciones, no abundan los juegos de palabras, pero si encontramos relatos que podemos situarlos en la tradición de la literatura mexicana: ambientes provincianos, donde hace mucho calor –como su tierra natal, lugares con mar, o ciudades pequeñas donde todos parecen conocerse y sabe la vida, milagros y muerte de sus vecinos. Sitios muy religiosos, cerrados, castrantes, asfixiantes que de pronto tienen una ruptura abrupta y son las acciones, los actos, los hechos cotidianos lo que sorprende, lo que interesa en la obra de Arredondo.

Meat Boutique by EDLP, un concepto para la alta gastronomía

Previous article

Industria del cine en Baja California, MOTOR DE DESARROLLO CULTURAL Y ECONÓMICO

Next article

You may also like

Comments

Comments are closed.