Indígenas Kumiai, de la comunidad Juntas Neji, mantienen una lucha por sus tierras en Baja California que desde hace años han resultado en detenciones de sus compañeros, despojos e incluso asesinatos.
El lunes pasado, integrantes de la etnia protestaron frente al Palacio Municipal de Tecate, para exigir la liberación de Aurora Meza, una indígena Kumiai, quien permanece encarcelada desde el 19 de diciembre pasado por el robo de dos caballos.
Su hermana, Yolanda Meza, explicó que desde antes de la detención denunciaron que el propietario de los caballos, Rubén Martínez, habría ingresado en varias ocasiones a las tierras de la comunidad indígena con sus animales, los cuales ocasionaron daños en el sistema de agua.
Sin embargo, asegura que las autoridades no respondieron.
“Esto no es nuevo, la justicia no es para nosotros al parecer, tenemos años peleando por lo que es nuestro, ya nos quitaron mucho de lo que teníamos y no nos dejan en paz, denunciamos y no tenemos respuesta de nada”.
Yolanda denunció que su hermana fue detenida con engaños ya que el día que los agentes del Ministerio Público fueron por ella, primero le informaron que se trataba de una declaración, pero luego la encarcelaron en Tecate.
Días después de que contrataron al abogado, Humberto Valle, solicitaron su traslado al penal de La Mesa, en Tijuana, debido a que Aurora padece de diabetes y no podían atenderla donde antes estaba detenida.
El subprocurador de zona en Tecate, Gerardo Sosa Olachea, llegó a la manifestación y platicó con los integrantes de Juntas Nejji, con quienes se comprometió a visitar en su comunidad para revisar el problema de las invasiones.
Frente a ellos, Olachea explicó que Aurora confesó que había robado los caballos.
“Cuando la detuvimos y se le tomo su declaración dijo que ella había tomado el pago de sus caballos como pago del daño a su propiedad que le hizo esta persona (Rubén Martínez)… ahí ella confesó que cometió el delito”.
Al ser cuestionado si habría una investigación en contra del empresario que invadió tierras entregadas por al gobierno federal a los indígenas de esa etnia, evadió responder.
-Bueno… eso es otro tema
-¿No les corresponde investigar eso también?
-Buenos pues… creo… bueno sí, claro que sí. Vamos a revisar ese tema también.
El subprocurador pidió a la comunidad denunciar para poder iniciar con la investigación, pero la respuesta fue que no existe confianza hacia las autoridades.
La visitadora de la Procuraduría de Derechos Humanos, Margarita Flores, explicó que la institución no tiene facultades para intervenir porque Aurora confesó cometer el delito, pero vigilarán el proceso que se mantiene en su contra para que se cumpla en apego a derecho.
Esta no sería la primera advertencia ni agresión de las que son víctimas
La comunidad mantenía una demanda en contra de otra mujer, quien también invadió sus tierras. Se asentó en la zona, construyó cabañas que incluso cobra una renta.
La batalla legal empezó desde hace tres años, pero una semana antes de que su hermana fuera detenida, asesinaron al abogado que los representaba en el juicio, con un tiro de gracia.
Norma Meza, otra de las hermanas de Aurora, explicó que el juicio estaba en la última etapa, ya que solo esperaban la sentencia, sin embargo, con la muerte de su abogado ahora tendrán que retrasar el juicio para saber cuál será el resultado y si el homicidio de sus representante podría cambiar algo.
La protesta se llevo a cabo en frente al Palacio Municipal de Tecate, pero también en las orillas de la carretera libre, Tijuana-Tecate, en donde niños y jóvenes caminaban con pancartas en mano para pedir la liberación de Aurora Meza.
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