Miles de tijuanenses marcharon hasta la garita San Ysidro para exigir, al igual que en el resto del país, la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre pasado en Ayotzinapa, Guerrero.
¡Pum… Pum… Pum..! se escuchaba desde el tambor que golpeaba Jhon Reyes, un michoacano de 36 años recién deportado a Tijuana, quien marchó junto a cientos de personas cargando con la bandera de México.
Al mismo tiempo los contingentes gritaban con pancartas, velas y hojas en mano: ¡Uno… Dos… Tres..! y seguían hasta el número 43, cada número representaba a uno de los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, desaparecidos hace más de un mes.
La gente se reunió desde las 17:30 horas en la glorieta Cuauhtémoc en la zona Río de Tijuana, y aunque al principio no había más de medio millar de personas, dos horas después el número rebasó a los mil, quienes marcharon rumbo al bulevar Sánchez Taboada, e hicieron una primer parada en una casa televisora.
Policías municipales que habían llegado antes que la gente para resguardar la zona, acompañaron la movilización desde la orilla. La gente continuó su marcha hasta el Mercado Hidalgo, rumbo al monumento conocido como Las Tijeras, ubicada sobre el bulevar Paseo de los Héroes.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina?! Gritaban un grupo de estudiantes que portaban camisas negras, como si marcharan de luto.
-¡Gobierno fascista que mata normalistas! una frase que fue repetida desde que estaban agrupados en la primer glorieta.
La gente continuó integrándose al bloque mientras marchaban, después de llegar al monumento de Las Tijeras, el camino se dirigió hacia la Garita San Ysidro.
La marcha frenó su paso a unos metros de la línea amarilla que divide México de Estados Unidos, poco antes de las casetas donde autoridades estadounidenses realizan las revisiones de documentos para cruzar la frontera.
Para evitar que la gente cruzara, maestros del Movimiento de Resistencia Estatal formaron una cadena humana que no permitía el paso de nadie.
Mientras el coordinador del movimiento, Marco Antonio Pacheco emitía un mensaje para la gente que acompañó la marcha, un grupo de mujeres acusaron a un hombre que les tomaba fotos de ser un infiltrado de la Secretaría de Gobernación (Segob), aunque lo increparon, otra gente les pidió guardar compostura.
La marcha terminó poco después de las 20:00 horas, después de que Pacheco anunció un paro de labores en las escuelas, que integran el movimiento, para el 1 de diciembre, fecha en que se cumplirán dos años desde que el priista Enrique Peña Nieto, asumió el cargo como presidente de México.
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