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Fundación Castro Limón: Más que una labor filantrópica

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Aproximadamente 300 mil niños entre 0 a 19 años son diagnosticados al año con cáncer; en esa misión y a propósito del Día Internacional de la lucha contra en Cáncer Infantil, la institución que inspiraron Juan Carlos Castro Munguía e Irineo Limón Vargas, se alza con la visión de lograr una niñez sin cáncer mediante la detección oportunamente e investigación a través del Centro Oncológico Pediátrico de BC.

Por Victor Delgado

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo, comprendiendo numerosos tipos de tumores diferentes que se desarrollan siendo el más común la leucemia.

Dentro de las estadísticas, se indica que en los países de ingresos altos, más del 80 por ciento de los infantes afectados de cáncer se curan; Por otro lado, en naciones de mediano desarrollo son el 50 por ciento, mientras que en países de bajo desarrollo solo el 20 por ciento.

En esa dirección, el Día Internacional del Cáncer Infantil conmemorado el 15 de febrero, involucra a la comunidad en una campaña colaborativa para crear conciencia.

Bajo estos datos, Fundación Castro Limón continúa desde hace 20 años siendo apoyo moral, psicológico, económico de las familias bajacalifornianas y emblema importante del Estado, generando alianzas estratégicas nacionales e internacionales a favor de brindar esperanza y calidad de vida a la niñez.

“En México se diagnostican alrededor de 5 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años de edad, este dato es el que nos brinda el Sistema de Salud Público, ese número sólo representa la cantidad de niños que son beneficiados por este sistema (IMSS, ISSSTE, ISSTECALI), y niños que están dentro del Hospital General. Pero hay muchísimos más que no forman parte de un sistema de salud y que no llegan a ninguna de estas instituciones, porque están en un hospital privado, no han llegado a un diagnóstico, o abandonaron el tratamiento y cambiaron de localidad, y sus papás, familiares o tutores no están dentro del empleo formal para poder recibir estos beneficios”, reflexiona en charla para Revista Campestre Iván González, director de operaciones de Fundación Castro Limón.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas señala que la mayoría de cánceres infantiles son curables con medicamentos genéricos (que no requieren patente), o de tratamientos que no requieren cirugía o radioterapia. Sin embargo, la falta de cultura en la salud hace que los procesos se compliquen. Como faro esperanzador, la fundación otorga valor importante a la detección oportuna.

“Uno de los grandes retos que hemos tenido en los últimos años, y más después de la pandemia, es el hecho que pacientes a pesar que forman parte del sistema de salud, sus diagnóstico o el momento en el que se encuentran es imperante que sean tratados lo antes posible, y el sistema de salud no los puede atender. No quiere decir que les están negando el servicio.

“El cáncer no espera, en el momento en que el diagnóstico se conoce tenemos que trabajar de inmediato, que llegue lo antes posible el niño a recibir el primer ciclo de su tratamiento, que cuando se presente la necesidad de cirugía, radioterapia o recaída, en ese momento esté disponible todo el equipo para brindar el tratamiento correspondiente, y si hay alguna complicación, tener al equipo adecuado para hacer frente, eso va a ayudar a que incremente el nivel de sobrevida”, comparte González.

En dos décadas, Castro Limón ha atendido cerca de 400 pacientes, recibiendo de manera integral su tratamiento, a la par, sumando a la lucha contra dicha enfermedad en una labor de constancia, calidez y humanamente, haciendo que todos los derechos como paciente se cumplan.

“Nos volvemos importantes a nivel humano, tanto como a nivel médico. Abrazamos todo esto, la parte espiritual, psicológica, nutricional y la del paciente. Porque los retos que pasan las familias son incuantificables, dentro del Estado se diagnostican a 150 niños con cáncer al año, así que hay que convertirnos en un oasis para ellos, eso nos da la motivación para seguir combatiendo y de esta forma nosotros también entregamos nuestra vida”, concluye Iván González.

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