En los últimos 27 años, el salario mínimo en el país ha tenido una perdida de 77.6 por ciento de su poder adquisitivo, mientras que en el mismo lapso la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) acumuló –hasta abril de 2014– un incremento de 4 mil 582 por ciento, al pasar de 3.95 pesos diarios a 184.96 pesos diarios, según concluye un estudio elaborado por economistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El estudio refleja que para poder comprar una CAR [integrada por 40 alimentos básicos] con el salario que estuvo vigente durante 2014, los precios de los productos que la integran, principalmente alimentos básicos, no tendrían que aumentar en los próximos 26 años. “México Fábrica de pobres”, elaborado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, considera que el ingreso que se requiere para adquirir solamente los alimentos nutricionalmente recomendados –y que constituyen la CAR– para una familia tendría que ser de 184.96 pesos por día, por tanto, habría que aumentar 117.67 pesos al salario mínimo diario.
El documento demuestra lo que debería consumir una familia mexicana y su precio diario únicamente en alimentos, sin contar los gastos en transporte, salud, educación, vestido, calzado y vivienda, entre otros.
NI PARA TORTILLAS
Según sus mediciones, a junio de 2012, un kilo de bistec de res costaba 90 pesos, para este año se vendió hasta en 120 pesos, por lo que las familias mexicanas apenas pueden consumir la carne dos días de la semana.
Además de la carne, las familias mexicanas han tenido bajar su consumo de otros alimentos en los últimos 32 años. Por ejemplo, en 1982 el salario mínimo diario alcanzaba para comprar casi 51 kilos de tortilla, este año sólo alcanzó para comprar 5 kilos 800 gramos.
En el caso del pan, en el mismo año, el mínimo era suficiente para comprar 280 piezas por día, pero en 2014 solamente alcanzó para 38 piezas. Medido en kilos de huevo, en 1982, con su salario diario, un trabajador podía comprar 8 kilos 590 gramos de este alimento, ahora sólo puede adquirir 2 kilos 430 gramos.
En el mismo año era posible comprar 11 kilos de frijol bayo, pero en 2014 un obrero mexicano con salario mínimo sólo pudo comprar 3 kilos 300 gramos.
La leche es otro de los productos que ahora son menos accesibles para los trabajadores: hace 32 años se podían comprar 18 litros; este año sólo fue posible adquirir 4 litros.
En los últimos dos años no sólo aumentaron los precios, sino también las horas que necesita trabajar un empleado de salario mínimo para comprar la CAR.
Para el 16 de diciembre de 1987, un trabajador tenía que laborar 4 horas con 57 minutos por día para poder comprar los alimentos básicos; el mismo trabajador, pero 27 años después (al 12 de abril del 2014), requiere trabajar 22 horas para poder comprar la CAR completa, lo que representa un incremento del 400 por ciento, es por este motivo que hoy se necesitan hasta tres miembros de una familia para que contribuyan con el ingreso familiar.
“Podemos decir que en 27 años las familias trabajadoras hoy sólo pueden ver en sus mesas la tercera parte de lo que lograron tener en 1987”, plantea el estudio.
El documento cuestiona si es posible que los trabajadores mexicanos vean disminuir aún más su salario, y la respuesta es: “Por adelantado afirmamos que así sucederá […] Al mirar las bolsas del mandado y los carritos del supermercado no es necesario ser economista o un gran científico para corroborar que no hay mejora alguna”.
La situación es más grave, ya que 1 millón 900 mil trabajadores han visto como se ha reducido su salario nominal medido en salarios mínimos –lo que significa que además de su pérdida del poder de compra y del mayor incremento de los precios de los alimentos que de los salarios, ahora se reduce su salario nominal y real, para mermar aún más su nivel de ingreso.
“Durante el actual gobierno no se ha mejorado, ni se ha detenido la disminución en la capacidad de compra del salario de los trabajadores. Se puede entender que existan algunos funcionarios de gobierno que abiertamente manifiesten que el malestar de los trabajadores es simplemente incomprensión de los planes de las políticas del sexenio”, concluye.
El análisis destaca que durante los primeros 16 meses de la administración de Enrique Peña Nieto, el poder adquisitivo registró una pérdida acumulada de 3.45 por ciento, sólo considerando los alimentos, mientras que en el mismo periodo el precio de la CAR aumentó 7.62 por ciento.
“Quienes conocen mejor la respuesta son los trabajadores del campo y la ciudad, los profesionistas, amas de casa, empleados, jardineros, albañiles y el conjunto de los ciudadanos de a pie que miran constantemente su bolsillo y padecen el desprecio, la explotación de su trabajo”, cita el estudio.
DÓNDE RINDE MÁS EL GASTO
Hasta abril de este año, el precio promedio de la CAR fue de 184.96 pesos. Sin embargo, dependiendo de dónde se compre, es posible conseguirla hasta 7 por ciento más barata.
Por ejemplo, el precio promedio de la CAR en mercados y locales aledaños s los mismo este año fue de 186.35 pesos, 1.39 pesos por encima del precio promedio, esto es, 1 por ciento más caro que el precio promedio.
En tianguis y locales aledaños fue de 172.44 pesos, 12.52 pesos más barato que el precio promedio, lo que representa 7 por ciento menos.
El precio más caro se registró en supermercados, siendo de 195.30 pesos, 6 por ciento más caro que el promedio.
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