By El Lamborghini Coatl se trató de un modelo de alta tecnología para la época, inspirando su diseño en la cultura prehispánica.
Sabemos que Lamborghini produce algunos de los automóviles deportivos de alta gama más demandados en el mundo, y que son apreciados por los coleccionistas amantes del lujo y del buen gusto puesto a disposición de la velocidad.
¡Pero hay un dato que tal vez muchos desconocen!
Y dicho dato, es el que emparenta a la marca italiana fundada en 1963 con México.
Así es, Lamborghini, que actualmente es parte de la matriz de Volkswagen, tuvo un fuerte vínculo con México, ya que los derechos de la marca Lamborghini estuvieron en manos de un diseñador y empresario mexicano llamado Jorge Antonio Fernández García, conocido en el mundo del automóvil como Joan Ferci.
Dicho empresario, decidió innovar y crear un auto con el sello de la exclusiva marca italiano con acento latinoamericano.
Por ello, a finales de la década de los 90, fue que el Lamborghini mexicano nació.
Su nombre era Lamborghini Coatl, y se trató de un modelo de alta tecnología para la época, inspirando su diseño en la cultura prehispánica.
Retomando los archivos de la historia, el génesis del Lamborghini Coatl comenzó a gestarse en 1995 cuando Joan Ferci, compró los derechos de la marca para América Latina.
En ese sentido, el Coatl tuvo su inspiración en el modelo Diablo y contaba con un potente motor V12 de 5,7 litros, con una maquinaria que podía ir de 0 a 100 kilómetros por hora en 4 segundos con 492 caballos de fuerza.
El raro modelo fue producido entre 1998 hasta 2002 en Argentina, siendo exportado a Europa durante dicho periodo.
Los expertos automovilistas destacan que el Lamborghini Coatl estaba equipado con una carrocería deslumbrante y opciones de personalización, teniendo un trabajo de pintura de 14 capas, aplicado mediante un proceso artesanal que le entregaba un acabado tornasol único, que variaba el color entre naranja, rojo y café dependiendo el ángulo del que se apreciara el modelo.
Además, tenía agresivas entradas de aire similares a agallas en la zona lateral, calaveras cromadas y luces frontales alargadas.
Con respecto al interior del vehículo, la exclusividad era lo primero que resaltaba, al estar equipado con tapicería completamente en cuero bicolor de alta calidad, un volante de madera tallado a mano por un artesano y creado específicamente para acoplarse a las manos del conductor.
Lamentablemente las ventas no fueron buenas para el Lamborghini Coatl, del cual solo se lograron vender tres vehículos en el mercado antes de que en 1998 el Volkswagen Audi Group adquiriera completamente la marca Lamborghini, desconociendo el contrato previo firmado por Ferci.
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