Históricamente, no sólo los árboles de Navidad han traído mensajes de buenas nuevas. El árbol de Teneré fue, durante siglos, un árbol cuya misión fue dar mensajes de esperanza. Teneré es una región de Niger, dentro del desierto de El Sahara. Y ahí, en el lugar menos pensado, nació un ejemplar de acacia, un árbol inmenso, frondoso e inexplicable.
Permaneció por siglos a más de 400 kilómetros de cualquier otro árbol, por estar ubicado en una de las orillas del desierto más grande del mundo. Nadie podía explicar su presencia y menos su longevidad.
Para miles de tuaregs fue un faro monumental provisto por la naturaleza para anunciar que estaban a punto de culminar su odisea de cruzar el desierto.
Cuando pienso en la dicha que pudieron sentir los beduinos al ver ese magnífico árbol y cobijarse en su sombra, recuerdo la importancia de no dar por sentada a la biodiversidad que nos rodea y lo importante que es educarnos en respetarla.
En otra región del mundo, en la capital de Singapur, el respeto por la naturaleza hizo que el centro de la ciudad fuera planeado lleno de árboles; entre otros, plantas trepadoras, orquídeas y changos conviven libremente en las alturas mientras los humanos caminan por una ciudad muy densamente poblada pero que conserva la esencia de la selva en la que fue fundada. Nadie sembró esos árboles, simplemente no los cortaron.
De nuestro respeto por la naturaleza y de nuestra manera de convivir con ella es que se obtienen ejemplos como los anteriores; y de nuestro desdén por ella surgen enfermedades como la que estamos padeciendo en todo el mundo. Lo que nos tiene con-finados, enfermos o desempleados, es producto de nuestra falta de armonía y respeto por la naturaleza.
La invención de una vacuna contra el coronavirus es ya una realidad. Esta vacuna es la primera que no consiste en la aplicación de un virus debilitado de la misma enfermedad en el cuerpo humano. Por primera vez en la historia, presenciamos el invento de una vacuna creada a raíz del estudio y regeneración sintética de una parte de la cadena del ADN del virus, denominada ARNm. La posibilidad de producir de manera sintética esta vacuna es lo que hizo que se pudiera desarrollar en menos de 8 meses.
Gerardo Fernández Noroña, acusado de violencia de género al conminar a sus seguidores a “darle una chinga” a la diputada Adriana Dávila en octubre de 2019, fue convocado a las instalaciones del INE para comparecer. Ya en el INE, Fernández Noroña se negó a usar cubre bocas porque “yo tomo mucha agua” dijo. Cuando vi el video de la comparecencia y com-probé la noticia, debo reconocer que no lo pude creer. Cuán ruin tiene que ser una persona para estar dispuesto a perjudicar a todos por defender una creencia.
En 1973 un chofer ebrio manejando un camión, de-rribó el legendario árbol de Teneré, en su lugar se instaló una escultura monumental en forma de árbol, rememorando este faro de la naturaleza, tengo la ilusión de que la vacuna del covid-19, haga las veces de una segunda oportunidad para todos nosotros y que, la inmunidad que promete, se extienda a otros males de la sociedad, como la insensatez de nuestros políticos.
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